CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 20 DE FEBRERO, DESDE SU BLOG ¿Y QUE TE CUENTO? EL AMIGO JUAN CARLOS NOS INVITA A HABLAR DE VIDEOVIGILANCIA Y SEGURIDAD PRIVADA.
DEL PANÓPTICO DE BENTHAM A LAS CÁMARAS DE SEGURIDAD
Ante la propuesta de Juan Carlos, no puedo menos que evitar
sacar a relucir mi lado de criminóloga. No sé si es que como dijo uno de mis
profesores esto de ser criminóloga es un camino entre muchas opciones, una
postura ante la vida. Intentaré no enrollarme e intentar buscar el lado
interesante e incluso divertido.
Entre las diferentes teorías criminológicas, nos encontramos
con la escuela clásica, esta teoría que se remonta en el tiempo a todas las
posteriores, es la que en sus planteamientos más actuales, da lugar entre otras cosas, a la proliferación de cámaras de seguridad que
nos controlan cada día. Como digo, a posteriori ha habido teorías más
interesantes (al menos para mí). Teorías que se basan sobre todo en la prevención del delito a través
de un trabajo centrado en las personas (causas, tipos de delincuentes, etiquetamientos…) por
causas que son fáciles de vislumbrar, se ha optado por lo que diríamos prevención situacional, o dicho, en
otros términos: formas de control disuasorias pero que a la vez tienen una
doble función de control social.
Ya a mediados de 1700, William Bentham invento el Panóptico,
un sistema de control carcelario, el cual permitía que, desde una torre central
estratégicamente situada, el guardia de la prisión dominará todo lo que allí se
cocía. Al final, el efecto disuasorio no se producía por la torre central en sí,
sino y más bien por la sensación del preso de ser vigilado constantemente. Esa
sensación de control constante, cambia actitudes y movimientos, es mayor el
miedo que provoca que el artilugio en sí.
Años después, Foucault escribió largo y tendido sobre el
efecto panóptico como un mecanismo de poder, ese ojo que nadie ve pero que
todos saben que existe. Ese control que estipula un dominio constante de los
que gobiernan hacia los que son gobernados. El panoptismo llegó para quedarse y
aquí lo tenemos.
Desde Bentham, ha llovido mucho, pero si echamos un ojo al
diseño de colegios, fábricas y hospitales, nos encontramos con el efecto panóptico
ya instaurado y asimilado como la mejor forma de funcionar. Así, el empresario,
encontró la forma ideal para controlar a sus empleados, el maestro a sus alumnos…el
diseño era fácil: un lugar central desde el cual se controlaba el resto de
pasillos.
Y llegamos a esas cámaras de seguridad que nos persiguen por
doquier, nunca los humanos hubieran imaginado tal mecanismo de control y que
encima los estemos pidiendo e exigiendo. El panoptismo, como digo vino para
quedarse y las cámaras de seguridad son solo un pequeño ejemplo. El panoptismo
abarca cada uno de los ámbitos de nuestras vidas, de una forma sutil o no
tanto. Son formas de hacer y de ver que nos engullen y que las vivimos como
algo de lo más normal.
Caminamos, por donde otros decidieron que lo hagamos, aprovechamos
nuestros espacios de ocio para acudir masivamente a zonas comerciales diseñadas
con el propósito de tener controlados hasta el más pequeño de nuestros hábitos.
Son pocas las personas que no sucumben a este tipo de propuestas. Vemos, lo que
todos van a ver. Escuchamos, lo que todos escuchan. Estamos controlados por
unos medios de comunicación dominados por el poder los cuales incluso nos
enseñan como pensar y lo más triste de todo es que parece no haber rebelión
posible.
Porque aquello, que empezó como una medida de control
penitenciario, ha llegado a formar parte de nuestras vidas. A ser algo demandado masivamente. Lo triste de todo esto es que en aras de lo que creemos un nivel
alto de seguridad estamos perdiendo nuestra esencia humana. Pero sobre todo
estamos perdiendo nuestra libertad.
El panóptico en la antigua prisión de La Modelo en Barcelona.
Ironías de la vida....
Me encanta cuando enfilas estos temas. Lo haces de manera muy didáctica y sencilla. Y qué triste que creamos que somos libres cuando somos cautivos de nuestros propios designios.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Sin duda tienes un dominio sobre este tema fantástico, y lo único que tengo que aportar es que no seamos ilusos de pensar que somos libres, todos de alguna manera estamos vigilados ..,muy buen aporte con unos detalles sorprendentes . Gracias MOli un fuerte abrazo feliz semana.
ResponderEliminarMe has enseñado un término que sin duda utilizaré, el panoptismo. Además muy interesante que tenga ese efecto represor sobre el individuo que se siente observado incluso aunque no lo sea. Es como un yugo sobre las personas.
ResponderEliminarPor otra parte te contaré que hace varios años que dejé de disfrutar de esos centros videovigilados y ahora mi pasión es ir a lugares como la serranía de Guadalajara o la sierra de Alcaraz, donde no es que no haya cámaras, sino apenas cobertura de telefonía.
Muy interesante aporte, muy ilustrativo. Besos.
Muy interesante y profundo tu aporte Moli. He aprendido varias cosas. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarUn repaso excelente de la historia detectivesca, y sí, lo que nació para vigilar a los presos, ahora es su herramienta indiscreta de nuestras vidas.
ResponderEliminarMuy bueno, gracias. Un abrazo
Lo bueno es que, a campo abierto, entre barbechos y amapolas, es dificil lo panóptico se cuele.
ResponderEliminarLo que pasa es que cada vez somos menos rústicos y más urbanitas.
Estamos "vaciando" nuestras propias vidas.
Besos.
El resultado tú misma has llegado a ponerlo sobre la mesa: estamos perdiendo nuestra libertad y no somos presos , ni estamos encarcelados.
ResponderEliminarUn abrazo
Nos has colocado en un punto de reflexión que sacude, Molí
ResponderEliminarAbrazos
O sea que el sistema penitenciario se ha extendido.
ResponderEliminarUn interesante e informado planteo.
Un abrazo.