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miércoles, 1 de julio de 2020

Tocando el sol

CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 2 DE JULIO, ESTA SEMANA LA AMIGA MARIA JOSÉ MORENO NOS INVITA A ESCRIBIR SOBRE: ESCALERAS

Este relato lo escribí hace unos años pensando en mi amiga Carmen Aparicio y intentando ponerme en su lugar, su lucha constante se remonta a su más tierna infancia y no ha habido día que haya tirado la toalla. Va por ti Carmen!! Y por todas las personas para quienes unas simples escaleras roban su libertad.


                         


TOCANDO EL SOL

Con doce meses mis manos se extendían hacia el cielo, justo esos días mis pies inseguros me arrastraban hasta le enorme escalera de la casa del abuelo, allí en lo más alto pude ver el sol, intente subir el primer escalón con pasos inseguros y en un instante caí. Mis lágrimas se unieron a los arrullos de mi madre y tuve que desistir. Días después me ataco el monstruo al que llamaban polio, días de horror y de miedo, lágrimas y rezos….sobreviví.

Tengo cuatro años, me arrastro por el suelo, mis piernas son como de trapo, a diferencia de mis primos no puedo correr, quedan muy lejanos los días aquellos en los que quise tocar el sol desde lo más alto, es un sueño dormido, pero aún está. Por momentos nadie me vigila, poco a poco me empujo con mis manos y veo que puedo arrastrarme hasta lejos, por fin llego al pie de la escalera de la casa del abuelo, aquella que tanto deseo subir. Con la fuerza de mis manos cojo impulso y después de varios intentos consigo subir el primer escalón, las manos duelen pero sigo, segundo, tercero…así hasta siete:

-      -  Esa niña, por Dios, que se cae…..-es la voz de mi tía, presurosa me coge en sus brazos. Yo impotente lloro, grito, golpeo.

-     -   Quiero tocar el sol!

Con ocho años voy a la escuela, han sido años de operaciones y hospitales, me prometieron que iba a ponerme buena, que caminaría, pero no fue así. Mi madre me sube en brazos cada día hasta el primer piso de la escuela, cuidadosamente me sienta ante el pupitre y en este deja mi maleta. No regresara a buscarme hasta el mediodía, de allí no podré moverme hasta que ella vuelva. A las once, hora del recreo, mis amigas y compañeras bajan al patio para jugar, yo estiro mi cuello hasta la ventana y observo sus juegos, me siento triste pero solo espero.

Diez años, me han dicho que por fin podré caminar, hay unos enormes aparatos de hierro con tiras de cuero donde ponen mis piernas delgadas un fuerte corsé aguanta mi cuerpo, mis brazos se cogen a unos pequeños bastones…y aprendo a caminar y caigo y me levantan y vuelvo a caer pero no lloro sé que si soy valiente lo lograre.


Tengo diez años y medio, a pesar de lo pesado de mis aparatos puedo mover mis piernas y me empujo con los bastones, por fin! Me encuentro a los pies de la escalera de la casa del abuelo, en lo más alto puedo ver el sol. Con la fuerza de los bastones puedo ir impulsando mi cuerpo, mis piernas me arrastran: ahora la derecha, ahora la izquierda….poco a poco y lo consigo, estoy arriba!.


Desde lo alto el sol me observa, yo sonriendo voy siguiendo su dibujo con los dedos, cierro mis ojos y siento un calor profundo por mi cara, porque aunque nadie me crea solo yo sé que por fin he podido tocar el sol.

15 comentarios:

  1. !Vaya que si lo has tocado!. Tan cierto como este sol que apenas puedo entrever, por las gotas que empañan mis gafas...aunque, no llueve.
    Besos.

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  2. Uff, ahora mismo estoy pensando tantas cosas que sería largo de explicar.El tesón y la constancia hace que personas como Carmen logren hacer realidad sus sueños...Un relato que me llena de ternura y sobre todo fuerzas de vivir,
    Un fuerte abrazo y una feliz semana.

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  3. Una historia de lucha que conmueve y llena de esperanza pese al dolor y las dificultades que debió sobrellevar es a pequeña. Has hecho bien en compartirla. Un abrazo

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  4. Suscribo al comentario de Neogemenis. No puedo ver el teclado del móvil a través de las lágrimas. Todp un ejemplo de fortsleza, twzón y esperanza el de esta niña.

    Abrazos mojados

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  5. ¡Y tanto que ha tocado el sol! A manos abiertas, con el alma.
    Me ha tocado profundamente tu historia. Superación y ese halo de tristeza que nos entra a todos. O impotencia. No sé bien, pero ahí anda, y nunca mejor dicho. Ya no son pasos inseguros. Son firmes.
    Una historia de superación y sueños logrados.
    Un beso.

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  6. Moli una vez más logras emocionarme con tu verídico relato, que hubiera preferido que no lo fuera.
    Me sobrecoge tu manera de contarlo e imagino los sufimienyos que como niña se hicieron sentir sin expliación alguna.
    Mujer fuerte te felicito.

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  7. Me has dejado muy conmovida!!

    Un abrazo:)

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  8. Wowww que si me llego al alma
    tu historia, ni las palabras
    me salen, disculpa que no diga mas.

    Besitos dulces
    Siby

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  9. Conmovedora lucha por subir la escaleras, y ver el sol, y tocar las estrellas. y sentirse libre.

    Un texto que no nos deja indiferentes, la lucha de esa niña es un ejemplo de actitud. Un abrazo

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  10. ¡Lo tocó! ¡Vaya sí lo hizo!
    El esfuerzo tuvo su premio.
    Parece que quede lejos, esa época en que los nilos eran atacados por ese mal.
    Muy buen relato con escalones.
    Un abrazo.

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  11. Desde luego sabes tocar la fibra sensible con este relato,,,,,,trágico y hermoso. Una maravilla
    Un saludo

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  12. Me has emocionado, una historia de lucha, perseverancia y sueños
    Un abrazo

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  13. Un relato de superación y valenctía el que nos traes que m eha emocionado mucho y me ha puesto la pile de gallina. Gracias por traernoslo a este jueves. Un beso

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  14. Me has tocado el corazón.

    Besos enormes.

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  15. Me encanta como me siento cuando te leo

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