Convocatoria juevera para el jueves 20 de enero, esta semana la amiga TRACY desde su blog TRACY CORRECAMINOS nos invita a escribir sobre: ABRAZOS
ABRAZOS DESDE LA DISTANCIA
…Y sin nada más que deciros me despido de todos vosotros con
un fuerte abrazo….
Desde que aprendí a leer, mamá me dio la responsabilidad de
leer parte de las cartas de los parientes que vivían lejos, eran años en los
que conseguir hablar con ellos a través de la centralita del pueblo era tarea difícil,
ya que la mayoría no tenían teléfonos en sus casas. Mis tías se repartían entre
Córdoba y París, y en la ciudad de la torre Eiffel, estaba ella, la mejor amiga
de mi madre y a la vez su medio hermana, aunque éste último detalle no lo supe
hasta años más tarde.
Aurora, quien aprendió a leer y a escribir de forma
autodidacta, me volvía loca con sus letras inseguras y sus palabras mezcladas,
por ese motivo, mamá solo me reservaba el final. Vivía sola ya que nunca se casó,
aunque oportunidades no le faltaron ya que era guapísima. Cuando marchó de la
casa familiar se fue a vivir a Madrid y ya entrados los sesenta emigró a Paris
donde ya vivían dos de sus hermanas.
Cada mes de agosto, de forma inexorable se dejaba caer por
el pueblo. Al igual que yo tenía una clara predilección por el abuelo, su
padre, de la misma forma que él también adoraba a aquel fruto de un primer amor
que se fue demasiado pronto de su lado.
Aurora reservada frente a la algarabía del resto de
hermanas, disfrutaba de cada una de ellas de una forma particular según el
caso. Con mamá la unía una complicidad forjada desde la infancia, no era difícil
escucharlas hablar casi en susurros y entonces yo comprendía que estaba de más y
me iba a mis juegos de niña. Algo más distante que mi madrina, la quería en
cuanto al fuerte vínculo que le veía con mi madre. Años más tarde, descubrí que
también era única guardando secretos y que la tolerancia y el respeto eran su
marca particular.
Era curioso, sentir aquella calidez en sus palabras escritas
las cuales contrastaban con un desapego físico a la hora de mostrar su cariño.
Se, que mis primos franceses estuvieron mucho más cercanos a sus caricias y que
a los dos mayores los amó profundamente. También supe que, como contrapartida,
los dos chicos siempre la cuidaron y ayudaron en todo aquello que a ella le era
dificultoso. Por ejemplo, supe que vivía en un edificio antiguo cerca de Notre Dame
y que tenía que subir a su pequeño apartamento situado en una buhardilla por
las estrechas escaleras de servicio. Por eso cada semana, mis primos le
ayudaban con la compra.
Cuando se jubiló, se fue a vivir a su casa en Córdoba, lastima
que el abuelo ya no estaba. Le costó mucho adaptarse a la forma más dicharachera
de los cordobeses, pero en esa ciudad de su juventud pasó sus últimos años, aún
entonces llegaban sus cartas y sus abrazos escritos.
…Un fuerte abrazo, ahora soy yo quien te escribo, desde esa
distancia que nos separa de los que ya no estáis…
La distancia no evita que esos abrazos sean aún más candentes, porque las palabras al igual que cuando leemos nos vamos emocionando con las leras y la historia que nos cuentan, así son los abrazos ellos tan bien nos llegan.
ResponderEliminarPor ello aquí te dejo el mio fuerte a la vez que suave, cálido y sincero. Una muy feliz semana.
Una cordobesa muy guapa, que siempre estuvo presente en vuestras vidas, aunque estuviera lejos. Da pena pensar que esas cartas , con la modernidad de los tiempos se han terminado y aunque se ha ganado en inmediatez, se ha perdido en la emoción de la espera.
ResponderEliminarMuy interesante relato, como siempre.
Te envío un abrazo fuerte.
Qué bonitos esos recuerdos de Aurora, parecía por tus palabras una mujer especial e independiente.
ResponderEliminarUn abrazo.
El abrazo es, quizás, el cariño más puro que existe. Más puro que el beso. El abrazo dado y recibido es mucho más sano que un beso, que tantas veces es traidor. Estar distante no impide que envíes y sientas el abrazo.
ResponderEliminar.
Saludos cordiales
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
Una muy bonita historia de cariño y complicidad a pesar de la distancia, con esas cartas que os comunicaban y ese emotivo final con los abrazos que son inmortales.
ResponderEliminarBesos y un abrazo grande.
Tienes suerte, de poder compartir a tu manera, historias tan bonitas como esta. Fueron otros tiempos, otras costumbres, un ir y venir , emigración, añoranzas, anhelos de regresos; esa falta de desear abrazar a pesar de estar tan lejos.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo. Bravo.
Te envío besos y un abrazo enorme desde la distancia.
Me encanta Molí como vas narrando los recuerdos del pasado a través de sus vidas y actividad. Vas dejando pedacitos de historias tan reales y esta con los viajes, las cartas, los sentimientos que se iban desentrañando entre letras y estadías pasajeras. La figura de Aurora hoy que escribía los abrazos por carta. Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo cálido por blog.
Muy emotivo tu texto! La intención de esos abrazos a distancia son tan cálidos y esperanzadores. Son el cariño y la despedida sin decir! Me encantó!
ResponderEliminarQué linda y emotiva evocación nos dejas, Inma. Un abrazo especial, precisamente, en este encuentro juevero
ResponderEliminarMuy emotivo tu relato. La foto es hermosa. Y esas cartas que hoy ya no se escriben...
ResponderEliminarUn gran abrazo para ti.
Muy bonitas emociones, me ha gustado leerte.
ResponderEliminarUm abrazo
!Qué maravilla de relato! Los abrazos son mágicos, pero las cartas escritas a mano... eso es lo más.
ResponderEliminarTodo un lujo leerte.
Bss
Otro relatillo de abrazos, llevo unos cuantos leyendo.
ResponderEliminarEl tuyo me ha encantado, esa frase de abrazos escritos
le da un toque terso en los tiempos que corren.
Que pena que los abrazos se terminen como la vida.
Un placer la visita
Besos y como no, abrazos.
es cierto que a menudo tenemos amigos más entrañables más cercanos que la misma familia, lazos invisibles que unen para siempre. Un relato muy sentido.
ResponderEliminarpd: mañana viajo por varios dias a Córdoba, Repartiré abracitos de tu parte a los cordobeses
la emcoión de esos recuerdso veraniegos, donde un abuelo hacía las delicias de la niña.
ResponderEliminarMuy tierno. Un abrazo
Tengo la costumbre de guardar cartas de mis padres, hijos, novio y hoy marido, amigas de toda la vida...
ResponderEliminarLas tengo como oro en paño...
Es un bonito y emotivo texto, llega hondo,
Besos.
emos pasado todos los fines de semana juntos mi padre la sacaba de su hueco nos educo como una segunda madre mui umilde y mui querida prima me as echo saltar las lagrimas gracias os quiero mucho besitos
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