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miércoles, 17 de octubre de 2018

CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 18 DE OCTUBRE, ESTA SEMANA EL AMIGO PEPE DESDE SU BLOG DESGRANANDO MOMENTOS NOS PIDE RELATOS SOBRE CATÁSTROFES NATURALES




SEIS ALMAS

Hacía más de treinta años que no se enterraba a nadie en el pequeño cementerio de Cellers, casi los mismos que este pueblo de la Segarra había ido siendo abandonado por sus antiguos habitantes hasta quedar dos o tres hombres que caminaban hacia la vejez de la misma forma pausada con que cuidaban sus huertos y alguna cabra.

Toni llego ocho años atrás junto a su mujer y un pequeño que aún no tenia dos años, primero ocupo una casa semiderruida que fue reconstruyendo con tesón, en esa casa nacieron sus otros dos hijos algo usual en otros tiempos pero extraño, si más no, a finales del siglo veinte.

En este tiempo a Toni se fueron uniendo otras personas, neo rurales se hacían llamar aunque en Tora el pueblo grande y más cercano se les llamaba los hippies de Cellers. Cada familia fue reconstruyendo la que sería su casa, consiguieron contactar con propietarios y fijar alquileres bajos, eso sí, porque la mayoría de casas daban pena. El pequeño pueblecito en otros lares llamado aldea carecía de luz eléctrica, instalaciones de agua corriente o sistema de evacuación de aguas sucias. Pero eso no los paro, la imaginación humana da para mucho y más cuando se es joven y vives rodeado de risas infantiles.

El colegio de Tora estaba situado a nueve kilómetros de Cellers, duro camino cuando de lo único que disponían en principio era de una vespino,  hacían dos viajes diarios (ida y vuelta) en una zona donde la niebla es compañera inseparable de los días incluso en algunos de verano. Con el tiempo consiguieron una furgoneta, un cuatro por cuatro y algún otro coche de segunda mano, porque su economía era de supervivencia.

Toni y Andrés eran unos artistas que sabían transformar todo lo que caía en sus manos, así fue como la economía de sus hogares se basó en eso: la venta de productos artesanales en mercados medievales y otros tipo de eventos. Ellos eran los artistas ellas, sus mujeres, las que montaban paradas y se encargaban de vender.

Ellos estaban fuera, en Chile ya que era un viaje necesario para evaluar material y comprarlo. Ellas regresaban como muchas otras veces de vender artesanía en uno de los mercados de los alrededores. Ambas tenían tres hijos que siempre las acompañaban en estos menesteres. Seis niños que llenaban la furgoneta de risas y canciones, seis pequeños que a lo largo del día no habían dejado de jugar y de perderse y aparecer por el puesto del mercado, seis caras radiantes y felices, seis.

Fue un instante, una espiral sin fin dentro de una pesadilla, una de ellas conducía la furgoneta, la otra la seguía con su vespino. Ante el tumulto de agua y barro no quedo otra que salir e intentar salvar lo que parecía insalvable. ¿Cómo puede una madre elegir que hijo tiene derecho a vivir? Sé que ellas lo intentaron todo y que hasta el último momento mantuvieron aguantados de la mano a sendos niños hasta que el agua se los arrebato.

Y se volvió a abrir el pequeño cementerio de Cellers para dar cobijo por siempre a aquellos seis pequeños cuerpos. Seis almas que quedaron allí en el silencio de un pueblo que nunca logro recuperar la armonía conseguida.

La mayoría fueron marchando, se, porque conocí de cerca a Toni e incluso en su día estuve a punto de vivir en aquel lugar, que él ha rehecho su vida, que tubo una nueva mujer y dos niños más.

Se, que desde aquel fatídico día ella vive en la oscuridad de una locura compartida con la otra madre con la que puso distancia para intentar olvidar, algo que nunca consiguieron.
Con los años y en la tranquilidad de un pueblo abandonado ya siento la brisa cuando desaparece la niebla y en esos instantes si, se escuchan las risas infantiles de aquellos que lo habitaron.





13 comentarios:

  1. Una historia desgarradora ,perder la vida en un accidente es horroroso pero si es la vida de seis pequeños te deja roto , no solo a la familia que por supuesto es la que más lo sufre sino al pueblo en si .
    Las desgracias nunca vienen solas , ese barro y ese agua les arrebató lo que más querían.
    Este relato no es lindo , y creo que es pq fue real ojala fuera ficticio sería un buen relato.
    Un abrazo amiga . feliz resto de semana.

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  2. Tremendo Molí: Esta si que fué una desgracia irremediable e insustuible. Una pena para dos famílias que al menos una, ya no se repondrá jamás. Un fuerte abrazo

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  3. Me quedo con el recuerdo de las risas infantiles.
    Beso infantil.

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  4. Lo que le faltaba a esta tarde, gris y lluviosa y con las tristes premoniciones que dan los medios.
    Desgarrador relato.
    Besos.

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  5. Qué tremenda historia… Por los que se fueron, y por aquellos que llevarán perpetuo el dolor en el corazón…

    Un abrazo grande, querida amiga.

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  6. Vaya relato, es de esos que te quita el sueño, si lo llego a saber lo leo a las cuatro de la tarde.
    Un beso fuerte

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  7. Qué terrible historia! cómo recuperarse después de una tragedia tan grande? admirable que tu amigo haya logrado reinventarse una vida luego de tanto dolor. Un abrazo

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  8. Qué tristeza tan grande, se eriza la piel al leerlo.

    Muy bueno.

    Muchos besos.

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  9. Tremendo relato que pone de manifiesto algo que en catástrofes naturales se da con frecuencia. La devastadora fuerza de la naturaleza se cobra vidas, muchas veces las vidas de los más débiles e indefensos, los niños. Una historia muy bien narrada, Inma.
    Un abrazo.

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  10. Todas las muertes son tristes, mal avenidas y una grieta en el alma, pero cuando se trata de niños ese dolor ya no tiene nombre, y cuando unos padres superan sin ley de vida a los hijos, eso ya es una losa que pesa más que la del cementerio. Trágico, sin duda alguna, y rompedor hasta las entrañas.
    Un beso enorme.

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  11. Que triste e irremediable!! me sujetaste Inma con tu prosa y me tuviste en vilo aun cuando me di cuenta como venia el final, no pude parar de leer hasta la ultima palabra y de entristecerme
    Abrazo

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  12. Tristísimo relato real.
    Les rindes un bello homenaje a las víctimas con tus letras y tamién a sus madres.
    Un abrazo

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  13. Terrible y triste historia, duele más sabiendo que fue un hecho real.
    Besos.

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