LEVE RASTRO DE LA SOLEDAD VENCIDA
No podría llegar a contar las
palabras porque estas supondrían millones sobre millones, las sesiones en las
que sentados el uno frente al otro intento dilucidar un espacio para ubicarme y
en el fondo la soledad, aquella que te atrapa como en un pozo oscuro. Porque la
soledad no buscada es eso, un miedo el vacío existencial que produce un laberintico
mareo. Puede que esa sensación ya la sintiera en el útero materno, mi madre sentía
un miedo terrible a la soledad, aquella soledad a la que a casi todos nos aboca
el paso de los años, esa terrible soledad……
Esta última sesión ha sido diferente,
hace tiempo que me siento satisfecha, feliz, llena…es esa sensación que llevas
años esperando y que por fin cuando menos la esperas está ahí, a tu lado,
cogidita de tu mano arrastrándote hacia un remanso de paz.
Y resulta que aquella niña perdida
que se sintió por años abandonada, ha sido mecida en tu corazón y se guarece en
tu interior formando parte de aquello que ahora eres. Que aquellos años de
miedo, de problemas para pasear sola, de no poder conciliar el sueño si no es
en compañía de alguien, se han disuelto así, no más.
Y acontece que esperas casi ansiosa
esos momentos únicos en los que tu estas contigo sola, en los que te mimas preparándote
una comida especial, o un postre que no prepararías para otros porque ese día
es tuyo y los premios te los mereces solo tú. Y que por la noche te estiras
ocupando gran parte de la antes enorme cama, después de haber estado horas en compañía
de un buen libro, o de una tarde de escritura o de punto de cruz.
Y en esas noches antes oscuras te
dedicas a perseguir estrellas con los ojos cerrados y respirando de forma
acompasada. Que durante el día y cada vez con mayor frecuencia, huyes del
murmullo de la gente, buscas las horas de mayor quietud del lago y te acercas
al agua buscando tu reflejo en un remanso de paz.
Y estoy frente a él hablando de estas
pequeñas cosas que han ido llegando a mí con el transcurrir de la vida y porque
el mejor que nadie me hizo creer en mí y ver que lo que creía imposible era
posible.
La propuesta de este jueves me lleva
a dar las gracias a alguien que me ha acompañado y ayudado en esta búsqueda de
la soledad buscada. Este escrito se lo dedico especialmente a C mi
psicoterapeuta.
Un texto muy de verdad , escribes desde tu interior y eso se nota en tus letras y tu forma de afrontar la vida .
ResponderEliminarEl poema del final me ha llegado muy a dentro y es la pura verdad .
Un fuerte abrazo y feliz semana.
Nos has dejado un retrato de vida, una situación que puede ser verdad, por eso nos llega cercana y con acento de autenticidad.
ResponderEliminarMe ha encantado, la soledad y yo somos buenas amigas, la de veces que he tenido que buscarla entre la gente. Abrazos
En la soledad las estrellas se encuentran antes.
ResponderEliminarPrecioso texto, como acostumbras.
Besos.
Precioso. Felicidades por este emotivo y real latido que llega al alma… A mí, particularmente, la soledad me ayudó y cobijó en una difícil etapa de mi vida, es por ello que no la temo.
ResponderEliminarUn placer leerte, querida amiga.
Abrazo grande, y feliz día 😘
Y es que es nesesario ese pequeño territorio personal, en dónde poder desplegar los pensamientos que normalmente están distraídos en la interacción con otros. Un hermoso texto, Moli.
ResponderEliminarAbrazo
La aparición de la soledad sempe ocurre cuando meno la esperamos , así es que conviene tener a mesa puesta y el vino escanciado.
ResponderEliminarBesos
¿Puedo felicitarte? Lo hago. Merecido homenaje a quién te ayuda a caminar en un espacio del que no siempre se sabe salir por uno mismo, o falta esa fuerza para ver la luz.
ResponderEliminarUn bonito detalle que, estoy segura, le va a gustar.
Un beso :-)
Rstupendo, intimo, sincero texto que te ha brotado con la contundencia de las cosas verdaderas. Un placer leerte. Me alegra que la propuesta te haya sido inspiradora. Un abrazo y muchas gracias por participar
ResponderEliminarEs un texto de confesión, muy personal e íntimo y que revela, no sólo el agradecimiento, sino una historia de superación.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Yo añadiría a tu escrito, la libertad enorme que concede la soledad. Es un don que no tiene precio.
ResponderEliminarComparto muchas de tus reflexiones, pues también he aprendido a sacar las cosas buenas que nos brinda la soledad.
Bss.
Te aplaudo... de verdad y de corazón. Me has emocionado.
ResponderEliminarBesos.
Hay mucha gente que no sabe estar sola y tiene que estar siempre rodeada de gente. Creo que es importante no temer a la soledad y encontrarte agusto contigo mismo sin necesidad de otra persona , aunque eso no quiere decir que no puedas disfrutar también de la compañía.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu historia que parece muy personal y me alegro mucho de que hayas superado ese miedo.
Un beso
Sea o no real, es un texto en primera persona sobre la vida, sí la vida, con sus laberintos y roquedales, en un mañana que puede ser bella hoy mismo.
ResponderEliminarPrecioso texto, incluido el agradecimeinto al terapueta. Un abrazo y por un sábado gozoso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe has emocionado hasta las lágrimas, Moli.
ResponderEliminarTu terapeuta estará, seguro, muy contento/a con tu dedicatoria y más aún con ese transcurrir evolutivo desde tu "miedo al vacío existencial que produce un laberíntico mareo" a tu plácida quietud frente a ese lago.
Besotes, Molí
Gran compañero has tenido entonces. Y lo que cuesta dar el paso antes de tomar la decisión de visitarlos.
ResponderEliminarMe alegra mucho que hayas aprendido a tolerar, e incluso desear, a tu soledad. Además, me acuerdo de ese dicho "mejor sólo que mal acompañado".
Besosss
Como me gusta leer tus relatos. Detrás de cada uno, va parte de tu vida, esa misma que en su momento fue dura, muy fuerte de llevar para la niña que eras, pero que al final, hizo surgir la fuerza dentro de ti y te convirtió en la mujer que ahora eres y que admiro....Besossss
ResponderEliminarGenial texto Moli: así poco a poco vamos conociendote mejor la soledad para el que la sabe llevar es una bendición del cielo. Como siempre, gracias por compartir. Un abrazo
ResponderEliminarHola Moli, buenos días.
ResponderEliminarSi amiga, hay que llevar bien la soledad, pues nos toca tarde o temprano a todos.
Hermosa entrada, es un placer leerte.
Feliz día amiga.
Mi querida Moli, unas letras entrañables en una bella historia que traspasa el alma. La soledad y yo nos llevamos de maravilla, cuando viene a mi, juntas pasamos unos instantes recogidas en nuestros recuerdos y meditando tranquilas las cosas de la vida.
ResponderEliminarUn inmenso abrazo!!
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