Páginas

jueves, 20 de agosto de 2015

 Jueves relato esta semana FRASES DE CINE, des de su blog ¿Quieres que te cuente? nos convoca la amiga Charo. La idea es escribir un relato a partir de frases sacadas de diferentes peliculas, idea más que sugerente. Esta semana mi relato es:

GALDERIC, EL PEQUEÑO DE CAN GALDERIC



-               -   Yo he visto cosas que vosotros no creeríais – acababa de decir Galderic  mientras Pedro le escuchaba atento.
Hacía apenas una semana que acababa de mudarse a aquella vieja masía  buscando un poco de soledad así es que Galderic era al primer vecino que conocía.
Galderic que nombre tan extraño en sus oídos para un personaje tan singular. Después de años de compartir casa con un grupo de neo rurales venidos de Barcelona era justo lo que necesitaba, tener vecinos así, del pueblo, conocedores del campo, curtidos por el sol que sigue el duro trabajo.
Le hablo del arado con los mulos, de los apeos del campo, de cómo arrastrar los troncos….de todas aquellas cosas que de forma ingeniosa había visto escrito en los libros de algún iluminado. Cosas que él quería poner en practica pero que por más que las leía no había forma de que salieran bien. Y ahora se encuentra con Galderic quien demuestra tener muchísima experiencia en este tipo de labores ya olvidadas y que Pere intenta rescatar.
-          -    Cuando se murió La Bruta, no sabía cómo hacerlo, que mula aquella, tan fina! Tan obediente! Es que fue buena hasta el final, no había visto a nadie morirse tan bien, Que irse! Que apagarse! Con que elegancia se murió la jodida.
Y no paraba de hablar, tomaron algunos vinos de unas botellas antiguas que encontró Pedro por la masía, después saco una baraja de cartas y jugaron a la butifarra, fue Galderic quien gano todas las partidas. Y así fue pasando la tarde, tranquilamente, sin frases complicadas, ni reglas concretas, como hacía tiempo que no le ocurría.
Al anochecer se despidieron, Pedro quien estaba encantado con reanudar esta amistad espontanea le grito cuando ya le veía marchar.
-         -        Galderic! De que masia me has dicho que eres?
-        -          Era en pequeño de Can Galderic, así me conocían.
“Que forma de hablar la de este hombre” pensó, “siempre habla en pasado”. Pero como el no dominaba mucho el catalán pensó que podía ser que él no tradujera muy bien.
Pasó más de una semana sin que Galderic volviera, así que Pedro se desplazó hasta Can Galderic, la casa donde suponía vivía su amigo. Su sorpresa fue nada más llegar pues se encontró las ruinas de lo que antaño había sido una gran masía.




“Puede que esté equivocado” pensó, así que lentamente bajo al pueblo y comenzó a preguntar.
-      -          Can Galderic? Pues si está cerca de donde tú vives, pero poco vas a encontrar ya, son todo ruinas…..
En la tienda fue donde concretó:
-         -        Quiero encontrar a Galderic, a el pequeño de Can Galderic…..
Silencio y después risas.
-        -      Pero tú sabes de quien hablas? –  dijo Marta la tendera
-        -      Si de Galderic, hace unas tardes estuvo en casa compartiendo unos vinos.
-          Ahora lo entiendo – respondió Marta – con unos vinos todo es posible, hasta hablar con los muertos.
Pedro se quedó perplejo, después de mucho insistir, supo que un tal Galderic había vivido en Can Galderic hasta 1920 año en que murió. Des de entonces y por líos con la herencia nadie volvió a habitar Can Galderic.
“ Pues si que estamos buenos” pensó, recordando que uno de los principales motivos que le llevó a dejar la otra casa, fue por las las neuras de Laura una de las compañeras quien la última frase que cruzo con él le comento casi llorando:
 - En ocasiones veo muertos, y vivir con esto no es fácil.

No supo más que reír entre dientes y marchar hacia la vieja masía.

10 comentarios:

  1. Sin palabras... así he quedado Molí.
    Una historia que atrapa, y has entrelazado tan bien las diferentes frases, que parecen parte todas de una sola cosa.
    Maravilloso es poco!!!

    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. No, no es fácil vivir con esas experiencias pero en sentido positivo son una gran experiencia pero también agota. Como experiencia ocasional es algo increíble. Y, es que hay lugares a los que nos apegamos por toda la eternidad.

    Estos relatos así me gustan mucho y lo has hilvanado muy, muy bien, para verme reflejada en ese chico.

    Besos. Nos vemos el jueves y gracias por tus palabras.

    ResponderEliminar
  3. Genia! Has encajado las frases perfectamente para hacer un relato con misterio pero a la vez con un toque de humor. Te felicito. Muchas gracias por participar. Un beso

    ResponderEliminar
  4. Tuvo más suerte que Laura, fue agradable conversar con ese muerto.

    ResponderEliminar
  5. Si ya es complicado incorporar una frase determinada a un escrito guardando una cierta coherencia, incorporar varias es notable. Te ha quedado un magnífico relato pleno de sentido, misterioso y, como dice Charo, no exento de humor. Me ha encantado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Un relato denso e intrigante que se adapta a
    la frase que elegiste pero no la necesita, anda solo y cómo. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Me ha resultado muy grato todo el relato: la situación inicial, las pinceladas con la información justa, el ambiente, la trama, la sorpresa final; y todo ello engarzando varias de las frases propuestas de una forma tan natural que sorprende que hayas partido de ellas para construir el relato y no al revés.
    Felicidades, muy bueno.

    ResponderEliminar
  8. ¡Me encantó tu relato! Esos caminos rurales por donde transitan los del mas allá y esa historia costumbrista tan bien hilvanada.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  9. ¡Me encantó tu relato! Esos caminos rurales por donde transitan los del mas allá y esa historia costumbrista tan bien hilvanada.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  10. ¡Me encantó tu relato! Esos caminos rurales por donde transitan los del mas allá y esa historia costumbrista tan bien hilvanada.
    Un besazo

    ResponderEliminar