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miércoles, 3 de febrero de 2016

MIS HORAS EN LA PELUQUERÍA, el amigo Alfredo desde su bloc LA PLAZA DEL DIAMANTE, nos invita a contar aventuras y anécdotas peluqueras, 

LA PELUQUERÍA DE PAQUI




Mi odio a las peluquerías se remonta a mi más tierna infancia, aún resuenan en mis oídos las palabras impacientes de la peluquera:

-          Niña puedes parar un momento! Es que no hay manera, ya verás que trasquilones….

Con más trasquilones que con sin ellos volvía a mi casa con mi madre casi siempre enfadada.

Mi adolescencia no me hizo afín a las peluquerías sino todo lo contrario. Eran días aquellos en los que pedías la vez y podían pasar horas hasta que te atendieran, después venían los estirones, los rulos y lo peor de todo aquellos secadores donde te hacían meter la cabeza y aunque te estuvieras achicharrando se olvidaban de ti. Y al final la sorpresa, te encontrabas en el espejo tu rostro con un pelo ondulado que bien poco  que bien poco se parecía a ti. Si realmente odiaba ir a la peluquería y este odio me acompaño durante muchos años. Bueno hasta que conocí la peluquería de Paqui.

Paqui estaba especializada en peinar sobre todo a señoras más mayores así que fue mi madre quien primero la conoció y estaba encantada, vamos le gustaba tanto ir que siempre se negó en redondo a que la peinaran en el Hogar del Jubilado, aunque en este lugar era mucho más barato:

-          Ni que me lo regalen – decía- Yo me voy donde Paqui.

Y como yo seguía probando peluquerías ya más que harta de tintes, gominas, peinados varios que inexorablente desaparecían al día siguiente después de ir a dormir. Pues me fui donde Paqui y me encanto. Paqui te hacía sentir como en casa, cuando llegabas te preparaba un café o una infusión o lo que quisieras, te trataba con sumo cariño, te escuchaba y te explicaba alguna que otra anécdota divertida total que pasaban las horas volando.

Como no podía ser menos, por esta peluquería también pasaban diversos personajes, bueno más bien señoras originales como Teresa. Tere, como prefiere que la llamen, esta cercana a los sesenta pero viste como si tuviera quince. Según ella, tiene un baúl lleno de ropa de los 70, esta ropa es la que ella llevaba cuándo era mucho más joven, pero como es muy cuidadosa pues, aun la conserva  y ahora que vuelve a estar de moda, tenemos a Tere como un pimpollo porque encima esta delgada.

Parlanchina y dicharachera no hay quien la haga callar pero, vino la crisis y Tere venia menos por la peluquería a cortarse las puntas y poco más. Para el tinte supo encontrar los lugares más baratos donde comprarlo y ella misma se lo ponía. Y como la crisis iba en aumento pues fueron muchas las que siguieron el ejemplo de Tere.

Hace unos dos años, estaba yo en la peluquería y aparece Tere con el pelo envuelto en una toalla, haciendo muecas, desesperada.

-          Es que, hace una semana fui a Amer a comprar tinte en una droguería que cerraba…..

En Amer? – me digo yo – si eso está a chorrocientos kilómetros…..

Pero a lo que iba, según Tere el tinte era un marrón claro y cuando se quita la toalla me le encuentro con una greñas de un rojo desbordante, ni rubio,  ni marrón…ROJO en todo su esplendor.




Cuando Paqui empieza a arreglar el desaguisado, aparece otra de las clientas habituales tapándose el pelo con una toalla. La misma historia y el mismo color, y así hasta cuatro más una detrás de otra. La que fue a buscar el tinte fue Tere pero se ve que trajo botes para todo el barrio. Paqui y yo nos mirábamos y no sabíamos si llorar o reír.

A partir de aquel día Paqui ajusto un poco los precios y los tintes se dan allí, no sea que por barato……



PALABRAS DE SINDEL   Contando semanas -semana 5 de 52    

QUIZAS





La primera vez que pudo verlo fue solo un instante, era un dragoncillo de la suerte todo blanco. Juan no tenía más de tres años y se asustó, y es que el bichito en si paso ante el como un suspiro ¿había sido un sueño? Quizás…. Lo volvió a ver en días sucesivos, fue cuando mama le explico que no le haría nada sino todo lo contrario era un pequeño dragón de la suerte.

-        -   Pero ¿crecerá? – pregunto Juan aun asustado,  imaginándose al dragón con el que San Jordi tuvo que luchar con una espada.

-         -  Quizás....- le respondió su madre- si no lo molestas y lo dejas vivir a su aire.

Entre idas y venidas del pequeño bicho fue pasando el verano y una vez llegado el otoño el dragoncillo desapareció. Juan no volvió a encontrarlo en su camino hasta el siguiente verano, había crecido un poquito y ya no era de color blanco sino gris. Ese año su madre le explico que no había de tener miedo que aquel dragón nunca sería tan grande como el de San Jordi. Que en años muy remotos si que los dragones eran inmensos y que lanzaban enormes bocanadas de fuego pero que ahora no.

-          - Y ¿Por qué ahora son tan pequeñitos los dragones?- pregunto Juan.

Su madre se encogió de hombros:

- Quizás fue una de aquellas brujas mágicas que hay en tus cuentos, la cual viendo el miedo que provoca un gran dragón con su fuego y fumaradas, decidió convertirlos en animales muchos más pequeños, para que así nadie pensara en matarlos como hizo San Jordi y para que no se extinguieran y pudieran ser conocidos por los niños como tu, quizás fue así como ocurrió….

Así quizás no era una palabra de lo que no se sabe sino más bien encamina todo lo mágico que puede suceder…..

-         -  Y ¿Por qué los dragones son mágicos? – pregunto el niño.

-      -     Porque en la casa donde habitan los dragones – respondió la madre- todo lo bueno es posible y nada malo puede suceder. Son mágicos porque nos protegen y velan por nosotros.

Cada verano sin faltar ninguno, el pequeño dragón aparecía y Juan se pasaba horas ensimismado en las noches, viéndolo estirar su larga lengua tras la ventana y dándose todo un atracón con los molestos mosquitos que no dejan dormir.

Un día vino la abuela a visitarlos y cuando vio al dragón se puso como fuera de si, cogió un palo bastante largo y fue en busca del dragón. Suerte tuvo Juan de pararla a tiempo.

-       -   ¿Por qué, querías matarlo yaya?

-      -     Porque estos bichos se meten en los armarios y se comen la ropa- respondió la abuela.

De poco servían las explicaciones del niño, el que llevaba años observando al pequeño animal sabia que se alimentaba de mosquitos, que era un animal necesario para que hubiera un cierto equilibrio y de que a la ropa ni se acercaba.

Al final la abuela removiendo la cabeza dejo ir como un suspiro:

-          - Si tú lo dices, quizás sea verdad…

Quizás ahora que ha cumplido 30 años, que pudo acabar con éxito sus estudios, que trabaja en algo que le agrada, que vive con la mujer que ama y que pronto será padre……quizás fue gracias al pequeño dragón que le acompaño en su más tierna infancia y a los sucesivos dragoncillos que habitaron en su casa, quizás fue por…….Lo que es seguro es que Juan nunca matara a un pequeño dragón, mira ni aunque fuera verdad eso de que se comen  la ropa.



CURIOSIDADES SOBRE LOS DRAGONES: 
- El nombre con el que se conocen las salamanquesas en Cataluña es el de DRAC (DRAGÓN)
- Es una especie muy común por toda la zona mediterránea.
- Se caracterizan por su aspecto rustico (casi prehistórico) no es extraño que ciertas leyendas expliquen que desciende del dragón.
- Suelen vivir entre las fisuras de paredes y rocas.
- Pueden medir hasta 16 cm y sus colores van del blanco (cuando son muy pequeños) hasta los tonos grises y negros. El color depende del hábitat donde se encuentren.
- Son animales nocturnos, en la noche es fácil verlos cerca de una luz cazando mosquitos, insectos estos de los que son grandes devoradores.
- Son los únicos reptiles que emiten chillidos agudos cuando se encuentran en peligro.

PORQUE EXPLICO TODO ESTO: 
- Porque son animales enigmáticos, capaces de despertar la fantasía en pequeños y grandes.
- Porque me encanta observarlos en verano mientras cazan.
- Porque han sido inspiradores de infinidad de cuentos para mis hijos.
- Porque siempre he tenido la gran suerte de tenerlos en mi casa.