A TRAVÉS DE SUS OJOS
- - Esta nevando – y volvió a repetírmelo a voz de grito.
No entiendo esta forma de hablar de los humanos, les
cuesta comprender que nosotros los perros somos capaces de oír el roce de una hoja
resbalando por un tronco. Estuve a punto de decirle que ya lo había oído incluso
antes de que pronunciase la palabras, bueno más que oír, presentía cada idea,
cada gesto de mi amigo. Sabía cuándo estaba triste y entonces me acercaba a el
suavemente y le lamia la cara o le tiraba del jersey invitándolo a jugar. No me
gusta la tristeza prefiero las risas y el alboroto y más ahora que los miro
desde lejos, desde mi cielo.
Como iba explicando, yo tenía una enorme curiosidad por
la nieve, mis genes ancestrales me recordaban su tacto frió, el blanco inmenso
de su manto cubriéndolo todo, los copos cayendo sobre mi pelo y yo sacudiéndola,
pero eso era solo el recuerdo de generaciones marcado en mi mente, sensaciones
de días intensos y largos caminos en los que mis ancestros arrastran trineos
porteadores de hombres y de otros amigos.
Mientras yo fui pequeño, mi amigo también pequeño jugaba
continuamente siguiendo mi ritmo, luego yo fui creciendo me hice adulto y el
aún seguía siendo un niño. Nos gustaba estirarnos juntos a veces el me abrazaba
explicándome todo lo que vivía hasta sus más recónditos secretos y en uno de
esos días le hice una promesa entornando los ojos, porque claro no tenía voz
humana, solo ladridos de perro.
- -Gin, cuando te vayas – me dijo – prométeme que si vuelves
a la vida con otra forma me lo harás saber.
Se lo prometí aunque en aquel momento no sabía ni
imaginaba los desfases del tiempo. El tiempo es un imaginario humano, diferente
del imaginario de un perro, y yo aquí desde mi cielo solo puedo enviarle
señales para que sepa que a pesar de la distancia aún continuo queriéndolo, que
recuerdo sus últimas palabras y como mi alma se enredó en sus dedos mientras él
se despedía de mí en mi último viaje.
-Amigo mi alma de perro estará siempre contigo! - le grito, aunque si él sonríe es porque lo
sabe, ya formo parte del hombre como el formara por siempre parte de mí.
· *Dedicado a Gin estés donde estés.
Tenia un ojo de cada color, como el jefe de manada de los Alaska Malamutes
Cuando se encontraron Lleïr tenia doce años.
Su mejor amigo y compañero de juegos.
Hasta se agotaban juntos.
Aunque era el mimado de todos
Por descontado que también era mi mimado.....
Gin se dio más prisa en crecer....
Y aparecieron nuevos amigos
Con quienes podía seguir jugando.....
Me encanta que hayas compartido con nosotros a Gin *__* De pequeña siempre me gustaron los Husky y los perros lobo, ¡son preciosos! Una entrada muy emotiva.
ResponderEliminarQue el 2018 nos traiga muchas más ;)
Un besazo y gracias por anfitrionar esta convocatoria juevera
Ternura total tu relato. Un destaque especial para las fotos que ilustran la historia: me encanta verte en esa fotografía!!!
ResponderEliminarBesos Inma.
Gracias Molí por tu generosidad de compartir ese recuerdo bello y doloroso , no tengo palabras simplemente lindo , lindo .
ResponderEliminarÉL desde donde se encuentre su alma estará siempre con vosotros.
Un fuerte abrazo y mi deseo que este Año Nuevo sea bueno para tod@s mukisssss.
¡Hola! Que no puedo con estas historias, me has sacado lágrimas. Hermoso, y las fotos ilustrándola lo hacen aun mucho más emotivo.
ResponderEliminar¡Un abrazo enorme! Y feliz y próspero 2018
Hola Inma: Puedes recoger mi aportación en http://desgranandomomentos.blogspot.com.es/2017/12/este-jueves-un-relato-traves-de-sus-ojos.html
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
P.D. cuando cierres el jueves literario, pásame a mí la convocatoria para el jueves siguiente ante la ausencia de voluntarios para dicha semana.
Es un relato muy hermoso, Moli.
ResponderEliminarAñoranzas que se quedan atrapadas en la memoria de la infancia. Crecen juntos, se disfrutan pero siempre tiene que llegar la dolorosa despedida. Me encanto tu historia.
Deseo que disfrutes la llegada del nuevo año. !Felicidades!
Precioso el perro y el relato. Es una pena que no duren más, porqué es un golpe cuando se van.
ResponderEliminarUn abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe permito dos libertades:
ResponderEliminar- "Estirarse" (catalán) equivale a "tumbarse" (castellano)
- Échale un vistazo a esto, probablemente te gustará:
https://youtu.be/rGyLjHZKbxw
(aunque mejor la novela)
Estoy segura que estén donde estén nos siguen cuidando.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Mi hermana tuvo un husky siberiano y puedo decirte que un día que amaneció nevado, disfrutó muchísimo revolcándose en la nieve, porque se encontraba en su elemento natural.
ResponderEliminarBonita historia Inma.
Un fuerte abrazo.
Que bella dedicatoria para tan hermoso ser, sin palabras.
ResponderEliminarBonito u sobre todo emotivo relato, con una vida perfectamente definida en cuatro trazos con sus correspondientes sentimientos.
ResponderEliminarMe ha encantado, la síntesis y la profundidad,y la generosidad de compartir algo tan íntimo
Besosss, imma
Seguro que, como bien cuentas, desde su cielo seguirá observando y queriendo a sus amigos. Conmovedora historia, Inma. Gracias por abrirnos una ventana a tus amores y recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarUn relato muy bonito y tierno, de una amistad que perdura allá a lo lejos.
ResponderEliminarMe ha gustado también tu forma de contarlo, parecía como estar en la nieve jugando y ver a sus ancestros tirar de los trineos.
Abrazos,Inma.
Me ha costado contener la lagrimita. Un gran relato escrito con mucha fuerza y belleza. Me ha encantado y emocionado oir hablar a Gin desde donde quiere que este (pero siempre cerca de tu corazón, sin lugar a dudas). Desprende sensibilidad
ResponderEliminarSi hay Animales que nos acompañan mientras vivamos, y que fuera de todo esto, conocen más nuestras penas que la propia familia.
ResponderEliminarMenudo homenaje has hecho a ese perro de compañía. Con el que disfrutaste durante la niñez, la adolescencia, tu mejor oyente.
ResponderEliminarGracias por compartir tan bellos sentimientos.
Un abrazo.😘
fidelidad, son capaces de perder su vida por la de su dueño. Así agradecen haberle querido, con su amistad de por vida. Un perro es un amigo. un abrazo
ResponderEliminarEntrañable, bonito, tierno post
ResponderEliminarTu Gin está en el cielos de los perros, y seguro que ha sonreído al leerte. Un abarzo
Me has hecho llorar. Un abrazo.
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