AMAS Y AMOS DE CASA
ROSA Y ESPINO – MEMBRILLA AGOSTO 1950
Cada tarde se
encuentran en las puertas de sus casas, ambas arrastran un cubo lleno de agua, son más de las seis, toca regar la acera y un trocito de la calle.
A lo largo del día ya se han encontrado varias veces. A primera hora cuando
llego el cabrero y ordeño ante ellas una de sus mejores cabras, los muchachos y
el marido de Espino hacia horas que se habían ido para el campo a faenar. Rosa
coge presurosa el cazo espumoso de leche, tiene que hervirla antes de que se
despierte su niña, un presuroso - hasta
luego-. Poco después, mientras la niña almuerza llega el aguador quien llenará
las tinajas con agua, aún después de muchos años no se sabe cuándo habrá agua
corriente en el pueblo. Rosa lava la ropa pequeña de la niña en un barreño, el
día de la colada grande suele ser el lunes, ese día casi no queda tiempo para
nada y suerte que es verano porque en invierno se le llenan las manos de
sabañones. Espino aun en verano mantiene el fuego encendido con un puchero
donde se va cociendo lentamente un potaje de habichuelas, este estará listo
cuando lleguen los hombres del campo. Pero ahora toca un poco de reposo y
mientras van dando manotazos al agua salpicándola alrededor piensan en la noche
cuando refresque, cuando todos sacaran su silla a la calle y podrán junto con
otras vecinas hablar de los pormenores del día y de las últimas noticias del
pueblo.
JACINTA –
L’HOSPITALET DE LLOBREGAT - SEPTIEMBRE 1980
Después de
dejar a los niños en la escuela ha ido
disparada para la comisaria, hace tres meses que le ha caducado el DNI y justo
hoy tenía que ir a recogerlo. ¡Con todo lo que tiene por hacer! Antes de las
siete ya estaba levantada, tiene que aprovechar que los niños duermen y que su
marido sale para el trabajo. Ha hecho la cama, quitado el polvo, barrido,
fregado y después a preparado la leche con Cola Cao y las galletas con Nocilla.
Mientras los dos niños desayunan prepara sus bocadillos bien untados con Tulipán
y pone con cuidado las rodajas de chorizo, a pesar de los años aún no se ha
acostumbrado al pa amb tomaquet[i] catalán
y extiende en el pan la margarina de toda la vida. Lo ha dejado todo recogido,
a las doce tiene que volver a buscar a sus hijos, pero antes pasara por el
mercado y comprara algo de pescado fresco para la cena y un pollo con el que hará arroz
y con los menudillos y alguna verdura un
caldo y con lo que sobre croquetas que hay que estirar el presupuesto. Da una
ojeada al DNI nuevo con su foto donde se ve guapa y sonriente. Se para y mira
como siempre PROFESIÓN: Sus labores……
MIRIAM – MADRID - ABRIL 2018
En un gran sobre en
el fondo del cajón reposa su título de licenciada en Psicología, junto a este
están los dos post grados y el master. Simplemente me toco elegir – piensa –
decidir ser madre con treinta y dos es lo que tiene, además de que el sueldo de
Pablo era considerablemente mayor que el suyo. En el test de embarazo acaban de
salir esas dos rayitas, si ya lo sabe que había decidido dejar de trabajar y
dedicarse a ser madre, pero ahora que la niña ya tiene tres años, se le hace
todo tan cuesta arriba. Tantas dudas, porque aunque las del grupo de lactancia
le han dicho que puede seguir amamantando hasta poco antes del parto, ella ¡ se
siente tan cansada! ¿Quién me mandaría meterme en este lio del colecho? Porque
desde que nació su hija no ha logrado dormir una noche entera, y con eso de que
la teta ha de estar a la entera disposición de su hija, y ahora a empezar de
nuevo……Pablo le quitara hierro al asunto: Ya sabes que si necesitas que te eche
una mano, yo te ayudo….. Y en la casa se amontona la ropa, y los platos y las
verduras por limpiar y por cocer y son tantas cosas……Vuelve a meter en el sobre
sus títulos y suspira. La mejor forma de realización de una mujer es ser madre,
habían dicho en el grupo maternal, pero Miriam aún tiene dudas.
Molí , siempre sorprendes y hoy sin duda te llevas la palma , has relatado tres episodios y cada uno en distintas épocas pero con un denominador común ..la mujer entregada al hogar e hijos .
ResponderEliminarEstupendo relato ...
Recibe mi abrazo y un besote y hasta la semana que viene makkkk .
Gracias Campirela.
EliminarEn el primer retrato literario, me has recordado a mi madre, preparando el barreño con el agua caliente en invierno o poniendola al sol en el patio, en verano. El puchero con la lumbre de cepas, haciéndose " a su amor",(cuanta belleza hay en esa corta frase), porque los ingredientes podrían ser enjutos y flacos, pero el amor, era ese condimento necesario, que solo las madres pueden y saben usar.
ResponderEliminarBesos.
Es que ese primer relato describe tambien los quehaceres de mi madre en nuestra Membrilla. Y si la comida hecha "a su amor" era de lo mejor.
EliminarHas descrito muy bien las fases por las que ha pasado la historia de las amas de casa y pienso que ha quedado por mencionar la más importante para nosotras, aquella en la que se empiezan a compartir estas tareas.
ResponderEliminarUn beso
Hablo de tres mujeres cercanas a mi (madre, hermana e hija) y en estos casos como en muchos que conozco los hombres no comparten muchas tareas, a pesar del paso de los años.
EliminarMe han gustado mucho las tres hitorias. y también las encuentro muy bien expuestas y redactadas, con muchos detalles dignos de tener en cuenta. Pero cada semana me pregunto: ¿Sabrá Molí lo de las normas de Tésalo?
ResponderEliminarte mando un fuetísimo abrazo.
Creo que Tesalo debe de estar enfadadisimo conmigo, pero esta semana me ha parecido importante visibilizar las diferencias de tres generaciones.
EliminarQué bien os has planteado los horizontes de estas muheres, de realidades distantes en el tiempo pero muy cercanas, una a otra, en cuanto a esfuerzo, voluntad y sueños condicionados. Un abrazo 😊
ResponderEliminarEs que casi siempre es asi, los sueños de las mujeres amas de casa quedan en suspenso....
EliminarMuy bueno, totalmente real. Como marcas la diferencia entre los distintos años... Qué bien describes cada tiempo.
ResponderEliminarEs curioso que a pesar de la poca tecnología del primero, la vida casi que era más descansada que en los 80... Parece que cada día aceleramos más...
Un beso.
Pues mira mientras lo escribia pensaba como tu, la primera historia describe la vida de mi madre, la segunda la de mi hermana y la tercera en cierta forma la de mi hija.
EliminarTres mujeres en tres hogares que podrian ser actuales.
ResponderEliminarBeso por triplicado.
Tres realidades, yo añadiría otro, las mujeres que deciden no ser esposas ni madres, pero claro eso sería otro relto. Muy buena visión Moli.
ResponderEliminarBesos.
La primera historia me recordaste a mi abuela paterna, de la tercera historia me gustan esas dudas, porque creo que puedes compaginar ambas cosas.
ResponderEliminarExcelentes tus relatos, Molí, beso
Me ha encantado leerte. Me gustó en especial la última historia pero todas ellas están llenas de detalles que me son familiares. Dejé de trabajar fuera para dedicarme a ser mami... Es el trabajo más difícil que he hecho nunca. La carrera profesional más difícil. A los tres años decidí que volvía pero me volví a quedar embarazada (tengo tres) y al final lo hice a los cuatro o así... Y luego volví a la universidad!!!! Hoy me siento orgullosa de todo ello. No siempre.
ResponderEliminarJajajaj, me hace gracia el comentario de Montserrat sobre las normas ... Jajaj yo he pensado lo mismo. Pero, repito, encantada de leerte.
Es genial! juegas con tres tiempos y retratas a la perfección la época y el patrón. Y ahora la pregunta del millón, ¿Quién de las tres tiene la mejor papeleta? Pablo, sin lugar a dudas.
ResponderEliminarMe ha encantado