Páginas

miércoles, 16 de mayo de 2018


  • Convocatoria juevera para el jueves 17 de mayo, el amigo Pepe desde su blog DESGRANANDO MOMENTOS nos invita a......


UN PUNTO DE LOCURA

“EL SOL DE OTOÑO”, estaba claro que el lugar no hacia honor a su nombre, cuando cruzabas las puertas de lo que de entrada parecía un cálido lugar te dabas de bruces con muchísimas caras tristes, vidas que no esperan más que el invierno frio que está por venir, compartiendo su tiempo entre partidas de parchís, laminas para colorear y de forma excepcional el bingo de cada viernes. Ya conocían cada historia (o la que cada cual decidía contar) cada gesto, cada ritual, porque la vida en una residencia de ancianos en el fondo es eso: rituales que raramente se rompen, horarios metódicamente calculados por otros más jóvenes que creen conocer al dedillo hasta la más mínima necesidad de un viejo.

-        -  ¿Has visto a la nueva educadora? Y ante la negativa pasmosa continua – Pues ya verás lo que nos espera esta parece una bruja peor que las de los cuentos.

La sala permanece en penumbra, las palabras suenan de forma armoniosa, pausadas, tranquilas…..

-        - Esta es tan vaga que nos quiere hacer dormir……- piensan la mayoría.


Aún está presente la humedad de los últimos días de lluvia, María le da a la cuerda en el lado opuesto está Elvira. Alicia salta como loca, pronto se van sumando Carmen, Pilar, Lola y aquella de los tirabuzones ¿quién es? Ah! Sí que es Laura que despiste….Los chicos juegan al balón a veces este se les escapa con furia y las chicas les gritan alguna impertinencia. Paco y Luis como casi siempre han iniciado una pelea absurda. Casilda, la de las pecas empuja con fuerza el columpio donde grita Martita, es tal el jolgorio y alboroto que un vecino que trabaja de noche, sale gritando.

-         - ¿Por qué no vais a molestar a vuestros padres?

Unos segundos de silencio y vuelven los gritos, las carreras, las patadas al balón y los saltos a la comba…..

-         Al pasar la barca, me dijo el barquero, las niñas bonitas no pagan dinero…..


Durante meses, nadie en aquel tranquilo barrio llego a comprender la algarabía de cada noche en el parque. Aquel lugar que cada día era un remanso de paz, se transformaba por la noche era cual si un puñado de criaturas jugaran como si en ello les fuera la vida. Ni policías, ni técnicos ambientales, ni la vieja médium que tiraba las cartas, nunca hubo una explicación lógica. De la misma forma en la vieja residencia de ancianos nunca se pudo aclarar el porque de aquella paz que nació de un día para otro, de las sonrisas y aquellas caras de felicidad que irradiaban los ancianos. Este estado natural duró el mismo tiempo que trabajo en el centro la educadora con cara de bruja, un tiempo en el que casi nunca fue necesario dar pastillas para dormir a los ancianos.

20 comentarios:

  1. Hoy nos has dejado un relato misterioso , que quizás sea más fácil de descubrir ..en mi entender creo que lo importante de ese silencio y ese alboroto en el parque es la magia de la locura que nos hace sentir ese punto de irrealidad ...pero tal vez la educadora tenía algo que ver ...
    Un abrazo y feliz resto de semana.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta mucho tu relato. Me parecen muy tiernos los ancianos y muy triste que se tengan que acoplar a todo...

    Serían capaces de escaparse al parque por las noches? Al menos, con seguridad que soñarían con ello, con jugar como cuando eran niños...

    Muchos besos, es un tema que me toca el alma...

    ResponderEliminar
  3. HOLA INMA: Como se nota que conoces el medio. has descrito a las mil maravillas el ambiente de un geriatrico y los juegos de los niños en el parque, que aparecen misteriosametne por las noches, alborotando a los vecinos y dejando tranquilo aquel lugar, antesala de la muerte que se llamaba "SOL DE OTOÑO"

    ResponderEliminar
  4. Que contraste , que imagen!!Los dos extremos de la vida

    ResponderEliminar
  5. Contraste entre silencio y ruido, ancianos y niños...Intrigante.
    Beso de dos mitades.

    ResponderEliminar
  6. Me ha invadido la tristeza al leer tu relato, con esa poética dicotomía entre el silencio y el ruído, la vejez y la niñez.
    A pesar de ello, me ha gustado.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La dicotomia se da gracias a la educadora bruja que es quien les da su punto de locura a los ancianos: viejos de dia, niños de noche.....

      Eliminar
  7. Qué bueno sería si algún hada buena llegará con su magia a inundar y liberar con su magia esos lugares. Más de una vez he tenido oportunidad de recorrerlos y no hay uno que no sea espantoso. Entrañable tu relato. Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Me ha encantado eso de la desvinculación del cuerpo y el alma... Y es que no hay nada mejor que un alma libre.
    Me ha encantado esa ida de volver a ser lo que fuimos sin tapujos, con la algarabía de la niñez y la inocencia.

    Un beso muy grande.

    ResponderEliminar
  9. Precioso... la locura de la vejez,volver a ser niños...
    Bss

    ResponderEliminar
  10. La magia convierte, más que a las personas, las situaciones. Donde cunde la seriedad y el aburrimiento la tendencia del individuo es a imitarlos, si la alegría reina en el ambiente también contagia felicidad, esa quizá sea una magia más modesta peo ayuda a vivir.
    Es bonito pensar en tu relato.

    Gracias. Besos.

    ResponderEliminar
  11. Me encantó esta bruja que era capaz de hacer surgir del interior de cada anciano
    el niño que lleva adentro. ¡Hay que ver como las apariencias engañan, más que bruja era
    un hada madrina o ángel!

    ¡Qué necesario es tener maestros, coordinadores, entrenadores, educadores, etc.,
    creativos y humanos (sean del sexo que sean, se entiende)!

    Besos, Inma

    ResponderEliminar
  12. Hacer brotar al niño interno no es mágico, si lo logra una persona o una bruja está sobrado, lo importante es el resultado.
    Había una maestra que en aquellos mis tiempos quería las cosas en riguroso orden, casi machacabas libros para memorizar porque no debía faltar una sola coma en el examen, como si fuera una copia del libro, pero había un maestro que te dejaba ser, sus clases eran enérgicas y llenas de emotividad y es lo que mas se recuerda y aprecia.

    Beso, tu relato es exquisito

    ResponderEliminar
  13. Disculpa, quise decir que es mágico que lo logren.
    El "no" se me coló

    ResponderEliminar
  14. Ponga una bruja en su vida. A veces la aparición en nuestra vida de un ser de luz, nos devuelve el espíritu jovial que nunca debimos perder.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Gracis Inma por sumarte a mi convocatoria.

    ResponderEliminar
  16. Muy bonito. Esa manera de "resucitar" a los ancianos haría ejemplar ese centro y a la educadora una figura.
    Ello si las cosas se valoraran como se debería, porque queda la idea de que su contrato no fue renovado.
    Y buen retrato de los ancianos ingresados en residencia.
    Besos, amiga.

    ResponderEliminar
  17. ¡Qué bonitoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!

    ResponderEliminar
  18. Qué escena más curiosa nos planteas, Molí. Me imaginé a todos esos niños y niñas jugando, la algarabía, el caos... y luego la calma. Fue casi una escena mágica, si bien es la más normal del mundo.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  19. Ya dicen que el hacerte mayor te vuelve niño, en este caso fue de verdad con la ayuda de esa estupenda educadora.
    Gran relato amiga.
    Un abrazo

    ResponderEliminar