LA VIDA DE LOS OTROS
La veo desde lejos y su silueta no me deja
impasible, camina lentamente, con la única rapidez que le proporciona el
carrito en el que se apoya. Suelo verla sobre todo a partir de los primeros
días cálidos de primavera. Desde hace un tiempo busco su conversación,
consciente de su soledad similar a la mayoría de ancianos. Sé que tiene una
cuidadora que “la hace estar firme”, dice que nunca se casó porque era demasiado
bajita y que los hombres pues eso que no le gustan, se por pequeñas
conversaciones algunas cosas que a la gente del pueblo no se atrevería a
contar. Un día una frase dicha al azar mientras yo me cruzaba con ella me llevo
a imaginar su vida:
- - Pues nada, que cuando llegue a
Barcelona como eso de dibujar se me daba muy bien me dedique a dibujar para
tebeos femeninos, historias de amor de aquellas de antes….
El año 1950 marcaba el inicio de una nueva década,
Fina se dijo a si misma que era el momento de hacer un cambio. Le costó
discusiones con sus padres en unos años donde las mujeres solo abandonaban la
casa familiar acompañadas del marido. Fina nunca pensó en casarse, de hecho, aún
no lograba comprender la atracción que producían el ella otras mujeres. Nunca
explico lo que pasaba por su mente, porque era impensable y sobre todo porque
era pecado.
Acababa de cumplir los veintisiete, edad
suficiente para ser considerada una solterona, era menuda y no muy agraciada lo
cual hizo recapacitar a su padre. El peligro de que su hija fuera ligera con
los hombres no existía, por eso le dio permiso para irse a vivir a la ciudad
condal.
Cogió el carrilet, porque prefería el traqueteo
del pequeño tren a el ímpetu de los conductores de la Teisa. Una vez llegada al
Pont Mayor se desplazó arrastrando su maleta hasta la estación de Gerona. De allí
a Barcelona el camino se le hizo corto.
Enseguida encontró un trabajo como modista, y
se instaló en una habitación que le alquilaron unos conocidos, pero como le
gustaba hacer sus dibujitos en un lado del papel del patronaje. Eran sobre todo
chicas, muchachas que jugaban o que se divertían de múltiples formas. Historias
que ella dibujaba en los laterales y que hacían desesperar a su patrona.
Y la vida giró cual rueda de la suerte, un
amigo de la familia de la modista descubrió sus dibujos y enseguida vino la
propuesta: Dibujar tebeos para chicas.
No le faltaba imaginación, a veces es más fácil
imaginar el amor que tenerlo, sus historias, aquellas historias que corrían en
su mente desde su más tierna infancia empezaron a tomar vida y esas vidas eran
el sueño de miles de las chicas adolescentes de la época. Nunca se casó, tampoco
se dedicó a una vida de divertimiento como preveía su padre. Su vida íntima,
fue solo de ella, nadie imagino o supo, era la perfecta solterona: la tieta[i].
Mi imaginación a veces prolífica nunca pudo
llegar a forjar una historia como esta referente a una vecina con la que a
veces me cruzo, una frase me ha llevado a indagar y ver que la realidad suele
superar la ficción, mi vecina una ancianita típica de mi ciudad fue dibujante
de tebeos y para muestra un boton,,,,,
Una bella historia y hay que ver lo que da desi una frase en una conversación que se cuela en tu oído sin más intención de un pequeño desliz de atención jjaj.Muy lindo el dibujo de las Siete llaves .
ResponderEliminarY desde luego la realidad es mucho más interesante que la ficción .
Abrazos en la noche ..muakkis.
Que bonita historia, tiene todos los visos de ser cierta, una mujer que pudo realizar su sueño de ser dibujante. ¡que tiempos aquellos! claro que es lo que dirán nuestros nietos cuando lean sobre nosotros. Un abrazo
ResponderEliminarQué chulo. Me ha gustado ese pasado, tan fuera de lo común. Ser dibujante de cómics, por una mujer, sería para mantenerla casi oculto.
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo
Holaaaaa, ahí te mando mi enlace y un beso enorme.
ResponderEliminarhttps://tracycorrecaminos.blogspot.com/
Bonita historia. !Como siempre!.
ResponderEliminarBesos.
Qué bonita historia. Y es que, a veces, escuchar o indagar sobre algo que nos crea curiosidad, puede derivar a algo tan enriquecedor como lo que nos has contado.
ResponderEliminarMe ha encantado, querida amiga.
Bsoss, y feliz tarde 💙
Querida Molí: Tu imaginación siempre es plolifica, y es de agradecer porque así me tienes un poco mas entretenida. Tus histórias mas ocmpletas que ninguna, són o al menos así las veo yo, pedazos de tu vida que és sobretodo muy intersante.
ResponderEliminarEn beso.
Y que lo digas, la realidad puede llegar a superar la ficción. Me alegro que una mujer en los años 50, nada más y nada menos, saliera sola del pueblo, llegara a una gran ciudad y triunfara por méritos propios. Toda una preculsora de la igualdad entre géneros que tanto seguimos reivindicando hoy día.
ResponderEliminarBss.
Muy bonita historia, como todas las que nos cuentas a lo largo de nuestros jueves.
ResponderEliminarUn besito.
Como siempre, cada vez que te leo, salgo con el corazón removido...a veces de alegría, otras de tristeza, pero jamás me voy sin un sentimiento...Esa mujer tiene todo para ser mi heroína...el único punto que me produjo cierto malestar fue el comentario del padre sobre que por ser poco agraciada no podría tener problemas de amores...mal dice de un padre que piensa así de una hija...los padres no tenemos ojos...sólo corazón...
ResponderEliminarUn beso mi querida amiga...un placer leerte...
Hola Moli,
ResponderEliminar!Que hermosa historia!
Escuchar, y crear a una protagonista que estuvo a punto de realizar sus sueños. Muy bien realizado. Preciosas imágenes las de Azucena.
Abrazo
Es una bonita historia
ResponderEliminarBesitos
Que historia tan interesante, cumpliste muy bien con tu propio jueves. Me gustó esa historia de una dibujante de historieta sentimentales. Me gusta que triunfe la creatividad.
ResponderEliminarBesos.
Muy creativo tu relato, y me encantó, como a Demiurgo el dibujo que encabezaste.
ResponderEliminarUn beso.