GARGOLES DE FOC[i]
La
calle Mayor se extendía ante mi cual imagen de inicios del siglo pasado. Fue
ese año en el que el ayuntamiento de Banyoles no tuvo mejor idea que poner todo
el centro patas arriba con las obras de remodelación. Así llegamos a mediados
de agosto con la calle mayor pura tierra y barrizal, solo faltaban las señoras
con los vestidos largos y sus cestitas en el brazo o los mulos tirando
afanosamente de los carros. Pero no, estábamos a inicios del año 2000 y lo que tenía
más éxito en la festa petita[ii]
era el correfoc con sus diablos danzando envueltos en fuego y petardos recorriendo
las calles de la ciudad.
Ese
año, con el tema de las obras cambiaron el recorrido, y yo junto a Nuria me
dispuse a participar. Ya se sabe: pantalones tejanos largos, bambas o botas,
gorra o pañuelo en la cabeza…Era nuestra primera vez, las dos apretadas en uno
de los callejones estrechos y en la oscuridad total de la noche se inició el
fuego y el sonido ensordecedor. No recuerdo mucho porque Núria aterrada me cogió
del brazo aterida de miedo y me arrastro por segundos al centro de la plaza.
Allí la sensación de agobio no era igual, los vimos pasar desde lejos y al
final como no podía ser menos apareció lanzando fuego por los colmillos y la
cola la inmensa gárgola de fuego con forma de dragón.
Creo
que fue al año siguiente en la que en mi pequeña ciudad hubo la mayor
concentración de diablos (creo que superaban los cuatro mil), se desplazaron
dragones de los lugares más remotos, lástima que a última hora llovió y me
quede frustrada por no poder ver tan magnifico desfile, pero ya se sabe las gárgolas
suelen estar fabricadas en cartón y a este el agua no le va muy bien. Los que
si desfilaron fueron los 4000 diablos creando tal humareda que supongo que
mirado desde el cielo debían pensar que Banyoles estaba en llamas.
Vivíamos
en un loff que habíamos restaurado en un edificio antiguo, unas enormes arcadas
desde un tercer piso no daban una vista privilegiada de todo lo que se cocía al
pie de la muralla, así que se acabaron las carreras por las calles estrechas ya
que mirábamos desde lo alto el ir y venir de las gárgolas. En Banyoles ya hay
un grupo de pequeñas gárgolas, niños y niñas que dominan el arte de controlar
petardos y fuego, con lo cual conservar la tradición está asegurada.
[i] Gárgolas
de fuego
[ii] El día
15 de agosto en Banyoles se celebra la fiesta de la virgen (Mare de Deu d’agost
la llaman) pero es la fiesta pequeña. La grande es lal patrón Sant Martirià que
se celebra a finales de octubre)
FOTOS DESDE MI ANTIGUO PISO JUSTO ENCIMA DE LA MURALLA DE BAYOLES
Tenías unas vistas de palco desde tu antiguo piso.
ResponderEliminarMe gusta que los pueblos conserven la esencia de lo que fueron y que la generaciones actuales y venideras sigan con la tradición.
Lo que no comparto es la tortura animales para divertir, pero éste no es el caso.
Gracias por participar.
Bss.
Un lugar privilegiado sin duda, pero yo también pienso que estas fiestas hay que vivirlas en la calle.
ResponderEliminarBesos
Ha sido un placer leerte. Por un momento me he sentido en medio del fuego y del estruendo y bullicio de la fiesta. Un abrazo!
ResponderEliminarPreciosa descripción...las imagenes, aún antes de ver las fotos han acudido a mi mente. Me encanta.besoss
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