PONER CARA A LOS APLAUSOS Y OTRAS COSAS...

DE MI AMIGA ALENA COLLAR, QUIEN EN ESTOS DÍAS OSCUROS ENVIA SU LUZ DESDE SU VENTANA EN MADRID.....

Poner cara a los aplausos y otras cosas…
---
Buenas noches. Pues se ha terminado el domingo. Vaya, mire usted qué bien. Un día menos. Dicen que la curva, la puñetera curva empieza a dar alguna seña de esperanza. Muy poquita todavía, conste. Pero yo me agarro al pelo de la curva y quiero tirar de ella hacia abajo. Y lo hago quedándome en casa. A partir del lunes habrá más gente que se quede en casa. Bien por ellos. Somos más a aplaudir desde las ventanas y menos quienes se pondrán en peligro. Y sus familias estarán mucho más tranquilas sabiéndoles junto a ellos.
Claro que el después va ser durísimo. Muchísimo más de lo que imaginamos. Yo quiero pedir para ese después toda la ayuda del mundo a quienes puedan darla. Y no hablo solo del gobierno, de los gobiernos, no. Hablo de Nosotros. Hoy nos toca aplaudir: mañana nos tocará regresar al pequeño comercio del barrio que cerró y reabre si puede. Volver a la tiendecita donde comprábamos las pequeñas cosas, regresar a la peluquería de la esquina, comprar libros en nuestras librerías, ir a la papelería a por cuadernos, lápices, papel de envolver regalos. Todo eso que nos parece- nos parecía- “normal”. Porque el virus nos afecta hoy a todos pero el levantar el país también será cosa de todos. Al menos así lo pienso yo.

Leo mucho a gente que lo sabe todo sobre el tema: quién tuvo la culpa, lo que se hizo mal, lo que no se debió hacer nunca, cómo va a evolucionar todo- casi siempre dicen que va a evolucionar hasta el Apocalipsis- y nos lo demuestran con datos, cifras, gráficos maravillosos.

Bueno, pues yo no sé absolutamente nada. Qué queréis que os diga: además soy de letras y cuando veo un gráfico me da un perreque. Yo prefiero estar a lo que dicen las autoridades sanitarias y el gobierno. Quedarme en casa. Y esperar. Porque no tengo la menor idea de lo que yo haría en su caso y no quisiera verme jamás en esa responsabilidad. Y no tengo teorías. Así que no os voy a dar soluciones mágicas, ni a demostrar nada, ni a nada más que a desear que la curva empiece a bajar, y que vaya todo a mejor. Y punto.

Ha sido preciosa hoy la hora del aplauso. Porque en el horario de verano nos veíamos las caras: nos sonreíamos, nos mandábamos besos volaos, y seguíamos aplaudiendo. ¿Os acordáis de que conté el otro día que vi a una señora mayor con dos bolsas, de venir de comprar?...bueno, pues es la viejecita de enfrente que aplaudía y aplaude y hoy le he visto la cara y nos hemos saludado con la mano. Vive enfrente. Vecina mía…tus dos bolsas son más reales que nunca.

Y hoy con mucho miedo he empezado a estudiar el tema siguiente de alemán. Verbos con prefijos- separables e inseparables-. Bueno, miento, no lo he empezado a estudiar: he empezado a leerlo despacito y a subrayar algún concepto. Al paso que voy, se termina la cuarentena y ando yo aún en el “benutzen” y similares… Jesúspordiox.

También me he echado una siesta tonta. Digo tonta porque eran las seis y cuarto, me he tumbado en la cama por la artrosis y he despertado a las siete y cuarto con una desorientación absoluta. Pero me ha venido bien, he descansado.

Y ahora después de cenar he vuelto un poco al alemán; eso sí después del cafetito de rigor. En un rato me iré a la cama; a leer un poco. Sin prisa, despacito. Por cierto que mi amigo Pepo Paz me ha recomendado un libro, y lo mismo lo cojo en e-book: no porque prefiera el e-book, sino por no arriesgar a quien lo traiga, sinceramente. Gracias, Pepo por la recomendación. Hemos estado charlando un rato y ha sido muy agradable hablar contigo.

Ya me retiro. Pero dejo la luz encendida. Para todos. Quien la quiera, puede acercarse. En estas madrugadas nos hacen falta luces, y la mía está. Y como siempre, nos deseo un lunes soportable y que tengamos de corazón Buenas noches y Buena Suerte.