EL CAMINO
En la oscuridad de la noche intentaba sumergirme entre neblinas. Conseguí, que una vez cruzadas estas, apareciera ante mi el camino cientos de veces recorrido.
Así, cada noche me adentraba en el con mis pasos titubeantes y conseguía la paz que el día con su incertidumbre y sus noticias tortuosas no podía ofrecerme.
Nunca llegué a comprender el porque de ciertas prohibiciones, porque era posible desplazarse cada día cual zombis hacia el supermercado, en el cual inexorablemente íbamos a cruzarnos rostros cubiertos por el miedo en forma de mascarillas. A mi, me costaba respirar entre cartones de leche o productos de limpieza. Mientras mi camino, el que yo realmente deseaba recorrer, estaba allí cerca y a la vez lejos de mi alcance.
Fue así como empezó todo. Como aquel camino cotidiano paso a formar parte de mis noches. Los casi ocho kilómetros de camino que bordea el lago, los iba resiguiendo. Cada margen, cada recodo, cada piedra...sus arboles dispersos a uno y otro lado las mirabelles tempranas, el hipericon, las bellotas dispersas por el suelo...En mi camino por instantes se habían mezclado las estaciones dentro de una primavera de prohibiciones. Quedaban en mi sus olores, el canto del petirrojo, los golpes acompasados del pájaro carpintero o el croar intenso de las ranas.
Era asi como conseguía sumergirme en un sueño reparador dejando atrás por momentos la pesadilla de miles de infectados por una pandemia inexplicable con miles de muertos.
Mi camino, diferente y a la vez semejante a aquellos otros caminos que recorría en mis noches de infancia y hospital, tenía para mi el mismo efecto balsámico. Nunca fue tan bello ni tan real como en aquellos días grises, el camino que voltea el lago de Banyoles.
Bello texto, INMA, lleno de ternura y emociones que nos muestra el poder que tiene la imaginación con la que podemos crear ese Locus amoenus balsámico en tiempos de crisis.
ResponderEliminarGracias por haberte sumado a mi convocatoria. Beso enorme.
El camino es aquel que nosotros nos forjamos en nuestra mente.
ResponderEliminarUn texto donde nos haces que las emociones estén a flor de pie!.
Besos y una gran semana.
Un bonito camino por el lago, entre bellotas y árboles, un hermoso sueño hacia un camino diferente.
ResponderEliminarBesos enormes.
Me gusto ese lago, con la naturaleza acompañándote en medio de esta pandemia que nos tiene en vilo a todos. Los sueños a veces nos muestran caminos para tomar voluntad, energía y aire.
ResponderEliminarLindo leerte.
Un abrazo :)
Quizás por el hecho mismo de sentirlo prohibido haya hecho que lo sintieras más profundamente. Detalladamente descrito. Un abrazo
ResponderEliminarComo un bálsamo que fortalece por momentos
ResponderEliminarAbrazo
Si los caminos son amables con olores y aromas reconocibles.
ResponderEliminarSerá bonito recordarlos y recorrerlos.
Un placer leerte
Un tiempo de crisis que viajan en sueños,,,,,,,,,,,muy peculiar el relato
ResponderEliminarUn saludo
Un camino positivo y ejemplarizante
ResponderEliminarel que has trazado, que nos puede sacar de la dura realidad con tan sólo ir pendiente de lo que existe alrededor de él.
Un beso fuerte.
Una excelente manera de aislarse de lo que estamos sufriendo. ese camino es reparador. Al igual que tu relato. Un beso
ResponderEliminarEs como un mantra reparador, Inma.
ResponderEliminarTodo un recorrido que nos hace de báculo.
Un beso muy grande.
Hola Moli! Esperamos tu propuesta para el próximo jueves 😉😚
ResponderEliminarHola, también aquí esperando tu propuesta para este jueves. Espero que estés bien. Besos
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