Páginas

miércoles, 11 de noviembre de 2020

UN SEGUNDO DE NOVIEMBRE




UN SEGUNDO DE NOVIEMBRE

El sonido seco y tenue de una aceituna al caer provoca que un pequeño verdugo alce su vuelo. Un primer rayo de sol se abre paso entre los olivares mientras un gorrión descarta por su sabor amargo otra aceituna que rodó un instante y que no está aún madura. Una hormiga temblorosa arrastra un grano de trigo que triplica su volumen, en el cercano hormiguero cientos de hormigas rebullen con vida propia, hay una algo más mayor que las otras que parece hacer el papel de guardiana. 

Mientras, el color del suelo ha cambiado después de que los aceituneros hayan estirado los lienzos a lo largo y ancho del olivar y las gotas de rocío se rinden de forma incondicional a ese sol incipiente. Una liebre va saliendo de forma sigilosa de su madriguera a la vez que cuatro gazapos tardíos se mantienen escondidos en espera de la madre. Un pie, calzado con una basta bota hace el gesto de bajar del lateral del tractor, las migajas de un bocadillo temprano de manteca de chorizo se dispersan por el suelo, unas manos raudas recogen la vara con la que minutos después golpearan con la traza que da la experiencia los olivares, los cuales se desnudaran de frutos y de hojas, pero eso será más tarde…

Un suspiro se produce a lo lejos del olivar, la hija del capataz hace rato que abrió la ventana de la casilla por la que se colo el novio ese que su padre no quiere que se cuele. Un polvo rápido es el mejor premio para un día de cosecha que se presenta duro. El aire del pequeño habitáculo se corta por un instante todo parece haber sido aspirado por los dos amantes. Un viejo pantalón tejano se desliza desde un colgador en el que se ha colocado con prisa, pequeñas chispas solares se filtran por las ranuras de la vieja puerta de madera mientras millones de puntos diminutos bailan al compás de de la luz matinal.

Es una mañana de noviembre, el segundo numero doce, del minuto tres de las ocho.

21 comentarios:

  1. Qué maravilla… Muy bonitas imágenes las de esos olivares y esos peculiares detalles que surgen en torno a ellos. Y como magnífico colofón, un bonito y romántico giro de aquellos que se aman entre chispas y suspiros…

    Me ha encantado, Molí.

    Abrazos, y feliz día 💙

    (Te decía en el otro post, que mi enlace no funciona; cuando puedas lo miras. Yo creo que te lo pasé bien, si no, ya me dices. Gracias de nuevo)

    ResponderEliminar
  2. Cuántas cosas se pueden ver en un segundo de la vida.Todo lo que nos dejas es una maravilla, es como desgranar un mundo en partículas.
    Un placer leerte. Besazos!!

    ResponderEliminar
  3. Has descrito con puntilloso detalle cada color y elemento de ese paisaje de cosecha y trabajo... y amor, no nos olvidemos del amor 😊

    ResponderEliminar
  4. Vida en la naturaleza que despierta, vida en los amantes, vida en el trabajo... ¡Un segundo bien colmado!. Has pintado un bonito cuadro donde cada elemento goza del mismo protagonismo.¡Qué curioso y original!

    Un abrazo, y gracias por la propuesta

    ResponderEliminar
  5. El mozo, ni se percató del dolor de los sabañones en los dedos y menos en el escaso jornal de la semana.
    El amor, que puede con todo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Siempre hay un joven vigoroso que ama a la chica, de día o noche.
    Los segundos robados son siempre los más cortos pero apasionados.
    Un placer leerte
    Beso

    ResponderEliminar
  7. Noviembre, mes de recoger los frutos que da el campo y de hacer acopio de víveres, como las hormiguitas, ante la inminente llegada del invierno. Y trayendo los bellos colores que trae, tambien tiene espacio para el amor :)

    Bss.

    ResponderEliminar
  8. Noviembre escribi en lo de Tracy no se si cuenta
    lo que es noviembre para mi
    Un abrazo enorme

    ResponderEliminar
  9. Una estampa otoñal contada con todo lujo de detalles.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Tu Noviembre esta lleno de amor y olores llenos de dulzura. Precioso relato.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  11. ¡Qué lindo has descrito esa recolecta de olivas en otoño!
    Pero que pícaro el novio que se cuela dónde el futuro suegro no quiere que se cuele"

    Gracias por anfitrionarnos este jueves.

    Besos, Inma

    ResponderEliminar
  12. una fotografía con millones de megapixeles, en la que te puedes acercar y agrandar cada detalle de las escenas que describes

    ResponderEliminar
  13. Hola Amiga:Este es un texto en que se siente la grasa de la aceituna, pero que se ve como es un oliverar por dentro. Gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  14. Nos has brindado con imágenes poéticas, ese ratito de una mañana de noviembre.
    Que bello.

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  15. me has dejado gratamente impresionado. Precioso, un relato, que es una secuencia de fotografías vitales. Mi reconocimiento por tu escrito. Un beso

    ResponderEliminar
  16. Me ha gustado tu Noviembre en los olivares, supongo que andaluces, dados tus orígenes. Has descrito una escena cotidiana en ellos (bueno lo del polvo, menos cotidiano pero no infrecuente), que me recuerda algunos escritos de Delibes describiendo escenas campestres.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Que bonito Noviembre nos dejas, ese encuentro fortuito entre dos enamorados, ese olivar que me recuerda a mi infancia, cuántas veces he ido con mis padres y mis tíos a coger olivas como decimos aquí... Y qué rico su aceite!
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  18. Le has tomado muy bien el pulso de una mañana aceitunera en un cortijo andaluz, ¡qué bonitoooooo!

    ResponderEliminar
  19. Gracias Inma por tan estupenda, original y dificil convocatoria
    Besosss

    ResponderEliminar
  20. Se pierden los comentarios. Te decía que reflejas un lugar cargado de nostalgias. Muy bueno.

    Un abrazo

    ResponderEliminar