PALABRAS DE SINDEL, CONTANDO SEMANAS
SEMANA 10 HURACÁN
COMO UN HURACAN
--Pero señora ¿usted que quiere exactamente?
-- Vengo a denunciar a mi marido—dijo ella sacando fuerzas
de no sabía dónde.
Ese día era mi bautizo reivindicativo, después de muchas
asambleas y conferencias por primera vez me tocaba ¨mojarme¨ por eso aquel día
de principio de la primavera de 1978 estaba allí al lado de Paquita y aunque
ella me doblaba en edad el puntal de seguridad estaba en mí.
--Pero a ver señora—inquirió uno de los marrones[i]--
que no es la primera vez que la veo aquí…
--Pues ya ve usted, que si él no me deja tranquila aquí me
tendrá cada día…
La cogí de la mano asintiendo, la única forma que conocía para
darle seguridad. Fuera de la comisaria cientos de voces gritaban consignas en
contra del maltrato a la vez que empujaban para entrar.
--Pero usted señora, no ve la que está liando un día sí y
otro también….
--Hemos venido a denunciar—digo por fin rompiendo mi timidez—y
creo que aquí nadie le ha pedido su opinión.
A regañadientes el marrón más joven comienza a tomar notas:
Nombre del marido (maltratador), edad, años de matrimonio, número de hijos…
--Seis—responde Paquita.
--Pues cuando estaba de jarana, no venía aquí a denunciar
nada….
--No señor, claro que no denuncié, la violación dentro del
matrimonio era licita en el franquismo—dijo ella—y aún sigue siéndolo en esta pseudodemocracia…
--No me dirá usted que seis hijos se tienen, así como así…
--Que, si señor que parirlos los he parido yo, que los
quiero muchísimo, pero que a los seis me los hizo aquel cabrón a la fuerza…
Conseguimos más anotaciones para una denuncia que no
serviría para mucho, fuera seguían los gritos y cuando salimos un huracán de
mujeres de todas las edades esperaban con sus brazos abiertos a Paquita.
Pero para mi ese día fue el preámbulo de muchas cosas de las
que hoy muchos años después me siento más que orgullosa.
--Una cartel colgado en mi cuello hizo saber en el barrio
que también podía ser una adultera, hasta aquel 26 de mayo de 1978 en el que
quedo despenalizada una ley que condenaba a las mujeres “infieles” a penas de
prisión y que eximían al marido, si mataba a su mujer si esta era
encontrada en la cama con otro. (o eso decía él...)
--Ser parte de una marea femenina que pedía a gritos la
despenalización de los anticonceptivos, eso se consiguió en España el 11 de
octubre de 1978.
--Días de manifestaciones, huracanes de mujeres, hasta que
el día 7 de julio de 1981 se aprobó por fin la ley de divorcio.
--Durante meses, al igual que mis compañeras, llevé una
camiseta declarando abiertamente que había abortado. La primera ley de
despenalización del aborto se aprobó con muchas restricciones en el año 1985.
Iban pasando los años y había muchas cosas que cambiaban,
pero no fue hasta el año 2004 en la que se aprobó la ley de violencia de genero.
Y hoy cuarenta y cuatro años después de mi “bautizo” sigue
habiendo un techo de cristal que separa a las mujeres de los hombres. Y es que
ahora los huracanes parecen ser cosa de un día concreto, le damos muchas
vueltas al lenguaje, a las palabras que al final quedan vacías. Mientras faltan
aquellos abrazos y miradas cómplices que nos salían del alma a las mayoría de las mujeres, con la misma
fuerza de un huracán.
Un escrito durísimo que cuenta una historia antigua, pero a la vez actual, todavía ir a denunciar es someterse a burlas, todavía somos victimas de locos degenerados que nos prenden fuego. Es importante que sigamos luchando!
ResponderEliminarGracias por sumarte, saludos
Duro y adecuado a los tiempos que vivimos. No sé hasta cuándo la violencia, no sé si viviré para conocer la libertad absoluta, la igualdad y el derecho a la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya historia, espero que haya mas ficcion que realidad y sobre todo que no ocurra en la actualidad. Abrazos
ResponderEliminarReivindicaciones históricas, necesarias... espero que no nos perdamos en otros detalles más nimios sobre el tema en futuras generaciones.
ResponderEliminarBss
Me he quedado tan a gusto leyendo el texto, como imagino que tú te habrás quedado escribiéndolo-
ResponderEliminarLeído así de corrido ¡es brutal! ¿y que aún el machismo continúe?
¡¡¡DEMENCIAL lo que pasa en este país.!!!
Un texto que me pone los vellos de punta, hemos avanzado pero...
ResponderEliminarEspero llegar a conocer la igualdad real. Seguiremos luchando.
Un beso
Impactante, la verdad. Era un tiempo dificil, para todo, sobre todo para la mujer.
ResponderEliminarUn abrazo
Ese techo de cristal tiene la fuerza de los milenios. Debemos ser un huracán más fuerte, uniendo todas las manos, para echarlo abajo. Buen relato Moli. Un abrazo
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