CAIDA AL VACIO
La mañana se abría ante ella como el preludio de un nuevo día. Desde hacía unos meses, ese sentimiento restaurador que produce el sueño, raramente se daba. Un nuevo día en el vacío sin tener consciencia del porque de todo aquello que ella vivía intensamente y a lo que era incapaz de poner palabras.
Sabía, que la gran lacra de los países occidentales era la depresión y que está se daba principalmente en las mujeres. Sabía que aquella maldita pandemia las había condenado a ellas, principalmente a las más jóvenes que no seguían las nuevas normas, en el punto de mira de las enfermedades mentales.
¿Hasta que punto un trauma infantil puede condicionar una vida? ¿Que hacía que una serie de palabras (antes desconocidas) fueran ahora sus compañeras de viaje?
El profesor de minfundes les había hablado de la ansiedad la cual suele ir acompañada de la angustia y de como se han de mirar estás con comprensión y cariño. También le había enseñado a abrazarse a su misma ya que la nueva generación no era muy dada a los abrazos.
Ella no pedía mucho, ajena a esas nuevas tecnologías que ponían una barrera entre ella y el mundo. Durante los últimos años se había refugiado en sus libros, pero es que ahora ni eso la aliviaba. Había días que hubiera dado su vida per compartir unas palabras, por cruzar su mirada con aquellos que tenían sus ojos fijos en el móvil. El profesor decía que las miradas eran sanadoras, pero eran un bien tan escaso...
Se concentra en la vibración suave de la campanilla y del sonido reparador al final de la relajación de la clase. El recuerdo de ese sonido la acompañará en muchos momentos de decaimiento. A veces se pregunta si las cosas serían diferentes en otro lugar, le hubiera gustado ser mujer en uno de aquellos países donde el sonido del gong, carrillones y cuencos son un constante, así su minuto de paz podría llegar a ser una constante.
La depresión y otras dolencias mentales hicieron un click en la cabeza de muchos en la pandemia. En el caso de los jovenes hicieron especial mella. Pero despues de la tormenta viene la calma, y cada uno tiene que buscar dentro las cosas que merecen la pena y a las que aferrarse para tirar adelante! Bien contado! Un abrazote Inma y gracias por tu convocatoria!
ResponderEliminarDifícil fue para muchos la pandemia, lejos de lo social, lejos de la familia y los amigos...pero como toda tormenta paso, quedaron secuelas pero siempre aprendemos de las cosas buenas y malas...Muy buen relato! Besos por ahí!!!
ResponderEliminarUn texto que demuestra una realidad que la tenemos en nuestra sociedad. Hay cambios que hacen que la mente se disperse y deje un hueco que no se sabe como cerrar.
ResponderEliminarUn besote, gracias por la convocatoria. Feliz verano.
Puede ser que las personas que son muy jovenes digamos entre 15 y 20 años tengan una perspectiva del mundo muy diferente debido a la pandemia y que no decir de aquellos que tenian menos de 4 años en esos dias. Ciertamente TODO cambio a causa de aquellos dias tan inciertos. Los jovenes enfrentan problemas mentales que antes no existian
ResponderEliminarCuánto dolor y desgarro desprende el texto. Una realidad abrumadora de estos tiempos tan extraños y convulsos. Dicen que después de la tormenta llega la calma, esperemos que sea una calma duradera. Un abrazo
ResponderEliminarTanto han cambiado las cosas, el mundo ante tantas tragedias los últimos años, la pandemia es una de ellas, que modificó el sentir, el pensar y el actuar de muchos, hay mucha tristeza en esas palabras y con justa razón.
ResponderEliminarMa ha gustado mucho, un abrazo.
PATRICIA F.
No siempre es sencillo hallar la paz interior. Aunque sea bueno el maestro y se ponga la mejor voluntad. Un abrazo, Moli. Muchas gracias por esta convocatoria
ResponderEliminarTu texto muestra la marca que ha dejado la pandemia, esa soledad que invade a las personas, esa depresión que ha dejado marcada a tanta gente, es una realidad latente en nuestros días.
ResponderEliminarUn placer ha sido esta convocatoria, me ha encantado, MOLI, gracias, y enhorabuena por ser la anfitriona.
Un abrazo.
Quienes conocemos la depresión y la hemos padecido, no hay suficientes palabras para describir lo que es el padecimiento humano.
ResponderEliminarUn saludo
Esa pandemia potenció tanta negatividad, ánimos exaltados, depresión, soledad, etc. Y es posible que sigan algunas secuelas.
ResponderEliminarBien contado. Un abrazo.
las miradas son sanadoras siempre pero hau veces que ni se sabe mirar, ni se tienen ganas de hacerlo.
ResponderEliminarEntonces es difícil.
Besos
Uffff...la depresión. Terrible enfermedad que nos agota, que nos destroza. Pero, tiene cura, como casi todo en la vida. Besos y buena semana . Santidepaul
ResponderEliminarno puedo explicar como enferma una mente, y quizas sea muy simplista con el remedio que aplicaría : un abrazo todo lo puede curar
ResponderEliminarSe convivir con eso, me cuestiono la vida desde mi intimidad... Sin embargo, las musas me hacen olvidar.te extraño Moly
ResponderEliminarHola Moli. Espero que estés bien y con ganas de retornar. Estabas agendada como organizadora del próximo jueves. No sé si lo recuerdas. Cualquier cosa x la que no estés disponible, me avisas. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarOlvidar un trauma infantil no es fácil, en realidad más que olvidarlo es superarlo, con voluntad y ayuda se supera, pero nunca se olvida. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarHola, preciosa, venía a preguntarte a ver cómo estás, espero que ya estés recuperada, se te echa de menos.
ResponderEliminarTe mando un abrazo enorme con toda mi energía para que te llegue.
Vuelve Moli....vuelve a abrir tus alas
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