EL LARGO CAMINO RECORRIDO este es el tema escogido por la amiga Leonor des de MI BLOC DE FOTOS para la cita de todos los jueves, mi relato lleva el mismo titulo de un escrito que realicé el año 1991 en homenaje al primer anciano que tuve la suerte de acompañar hasta el final de sus días. Me he alargado un poquito pero creo que valía la pena ya que son dos escritos en uno: el ultimo el inició de mi experiencia con ancianos, el que sigue actual después de muchas experiencias.
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EL CIELO EN LOS OJOS
No había cumplido aún los
30 años, no sé si fue cosa del destino, pero de golpe me encontré con que mi
vida quedo unida para siempre a la vejez.
La gran desconocida, de la que todos huimos, el camino sin retorno y en
los casos más tristes, el desandar del camino.
Yo una persona insegura,
llena de miedos pero que intentaba aprender descubrí que tenía un feeling especial con los mayores y en aquellos
momentos sentí que mi finalidad en la vida era llenar aquellas vidas de un poquito
de color, lo que nunca imagine era el tono multicolor con el que ellos fueron
llenando mi vida.
Francesc fue especial
porque fue el primero de ellos, aprendí de sus silencios y de su mirada. Solo
supe de él lo que Lola su mujer me
explicó, conocí instantes de su vida recogida en una caja de fotografías que
Lola un día quiso compartir. A partir de ese momento me marque un lema muy
claro esos instantes y lo que Lola me explicaba era lo máximo a lo que yo
aspiraría de su pasado. Lo que compartiría con Francesc seria a partir del
momento en que cruce la puerta de su casa. No quise escuchar comentarios ni chismes de los vecinos, de lo que hizo en
su vida si fue bueno o si fue malo yo no
era quien para juzgarlo ni para querer saber.
Lo acompañe en momentos
muy íntimos, vi sus lágrimas caer cuanto todos pensaban que por su demencia ya
nada sentía, a su lado fui creciendo, vibrando y sufriendo, cosas de la vida.
Nunca había visto a nadie morir ni a ninguna persona muerta, pero intenté ser
valiente y creo que lo conseguí, si lo cuide más de un año ¿Cómo iba a dejarlo
solo en el tramo más difícil de la vida? Vi cómo se iba apagando día a día,
minuto a minuto casi hasta el exhalo final. Una mañana de otoño llegue a su
casa y ya lo supe solo con mirar des de lejos su ventana. Después por primera
vez vi la cara de la muerte reflejada en un ser humano, cual mariposa que
escapa dejando atrás su envoltorio de crisálida así encontré a Francés aquella
mañana.
Con el tiempo vendrían
muchos otros a quienes acompañaría en el duro camino del desaprender. Lo más
duro mis padres a quienes de forma inexorable tuve que acompañar, pero de
quienes siempre tendré un trocito de aquella alma que un día se escapó de mi
lado pero que perdura en mis gestos y en mi mirada.
· * Mi
experiencia como trabajadora familiar y después como educadora social, me ha
llevado a trabajar sobre todo con personas que estaban al final de la vida. He
tenido que limpiar cuerpos y sostener recuerdos que pendían de un hijo. Estas
experiencias me han hecho crecer y tener cada día menos miedo de la vejez y de
la muerte viendo estos como procesos naturales de la vida. También estas
experiencias me han llevado a escribir y mucho, mi primer escrito dedicado a
Francesc lo añado a continuación.
CIELO EN LOS OJOS
Llevabas el cielo en tus
ojos, y aquel toque de inocencia y de alma pura, yo intentaba reflejarme en ti
pero no podía, tenía demasiada vitalidad y una gran dosis de juventud…. Viejo, ¿Qué
significa ser viejo? ¿Qué es por esta falta de energía? ¿Acaso es por estas
piernas que no corren persiguiendo tus sueños? ¿Es por este cuerpo cansado que
hace prisionera a tu alma?
Me mirabas y no decías
nada, eras cómplice de mis silencios, de mis miedos y de mis dudas. ¿Sabes que
me da miedo la vejez? ¿Sabes que tengo
miedo de la muerte?, seguro que estabas leyendo en mi corazón porque muchas
veces clavabas tus ojos en mí con una dulzura única.
Cogía tu mano temblorosa
y te ayudaba a caminar y tú, poco a poco, de forma muy lenta seguías mis pasos
inseguros. Poco tiempo después dejaste de andar, tu cuerpo volvía a cortarte
las alas, te iba aprisionando más y más……que es injusta la enfermedad! Como es
de cruel la vejez!
Llevabas el cielo en tus
ojos, llevabas aquel toque mágico que da el silencio durante muchos años no
compartido….conmigo compartiste silencios, poemas y amor….
Te fuiste una noche de
otoño, marchaste persiguiendo tus sueños, por fin te liberaste de tu
prisión…..y yo me quede aquí sola, con más silencio pero con menos miedo y con
menos dudas, ahora solo querría poner un poco de tu cielo en mis ojos…..
16/4/1991
No sabes cómo agradezco tu participación y cuánto te comprendo porque yo he sido cuidadora de enfermos de Alzheimer y he visto muchos ojos tristes pero llenos de gratitud, siempre he dicho que ellos me han aportado mucho más que yo a ellos.
ResponderEliminarPrecioso tu escrito.
Un abrazo.
No sabes cómo agradezco tu participación y cuánto te comprendo porque yo he sido cuidadora de enfermos de Alzheimer y he visto muchos ojos tristes pero llenos de gratitud, siempre he dicho que ellos me han aportado mucho más que yo a ellos.
ResponderEliminarPrecioso tu escrito.
Un abrazo.
Admiro mucho el trabajo de personas como tú y cómo ven esos instantes últimos de la vida o ese andar perdido sin importar cuánto se ha vivido.
ResponderEliminarSinceramente, me ha sobrecogido.
Un abrazo y un beso.
Precioso... Es hermoso ocuparse de los mayores, de darles cariño y atención. Nosotros algún día también llegaremos...
ResponderEliminarMe ha encantado y tu labor es admirable.
Muchos besos.
Es una experiencia muy valiosa la tuya. Siempre se aprende de los mayores, y acompañarlos en los últimos momentos de su vida, es digno de elogiar, seguro que ellos allí donde estén te lo agradecerán
ResponderEliminarUn abrazo
Nuestros trabajos aunque diferentes son parecidos..tú cuidas personas que han recorrido un largo camino y yo intento que los pequeños aprendan a tener un buen y largo camino...bss...muy sensible tu escrito...me ha tocado en lo profundo..
ResponderEliminarHola Molí, un gusto llegar a tu blog. Me gustó mucho lo que escribiste, sin dudas tu trabajo es muy noble y por ello debes ser una persona muy especial, no creo que cualquier pueda desempeñar esas tareas con tanto amor como vos las contas.
ResponderEliminarEs difícil trabajar con gente que se va, yo trabajo en salud y veo irse a muchos de mis pacientes. A veces se me hace difícil aceptarlo.
El segundo texto es bello, un homenaje precioso para alguien que te ha dejado tantas cosas en su transito por la vida.
Un beso ƸӜƷ
Tienes un trabajo precioso y necesario de ser llevado con alma, como se ve que tú lo llevas.
ResponderEliminarDeseo que cunda tu ejemplo, ell@s te necesitan, son las personas más necesitadas de este mundo.
Un beso grande.
Tienes un trabajo precioso y necesario de ser llevado con alma, como se ve que tú lo llevas.
ResponderEliminarDeseo que cunda tu ejemplo, ell@s te necesitan, son las personas más necesitadas de este mundo.
Un beso grande.
Si realmente no se porque durante mucho tiempo la vida me llevó a trabajar con ancianos o con temas vinculados con ellos. Ahora por cuestiones de salud no puedo hacerlo, pero aun mantengo el feeling y no se porque motivo siempre acaban acercándose a mi. Muchas gracias por vuestros comentarios, besos.
ResponderEliminarConmovedores los dos textos... enormes, bellos, sentidos. Nos hablan de tu alma sensible y bien dispuesta a ayudar y crecer -a la vez- en esa entrega. Algo digno de ser destacado.
ResponderEliminarMe encantó leerte.
saludos.