CONVOCATORIA JUEVERA, ESTA SEMANA NOS CONVOCA EL AMIGO JUAN CARLOS CELORIO DESDE SU BLOG ¿Y QUE TE CUENTO?
EL PREMIO
El enorme caserón ocupaba gran parte de una
manzana en el centro de la pequeña ciudad, el resto de viviendas se repartían siguiendo
la horizontalidad de la casa, era posiblemente una de las familias más ricas
del lugar, sus propiedades abarcaban desde la mayor fábrica de curtidos,
casas de inquilinos, centenares de besanas de tierra, bosques y esta última
adquisición: una manzana de casas en cuyo centro se ubicaba la enorme casa
señorial donde enseguida se establecieron.
La entrada era por la calle Mayor, una calle
estrecha y de aspecto medieval, pero lo mejor de todo aquello era la muralla.
Se encontraba está en la parte posterior de la casa, pero para verla bien habías de
atravesarla y salir al enorme jardín y a los huertos.
Todo esto sucedía a mediados de los años 20
del siglo pasado, Marcel Teixidor era el único hijo del rico hacendado. Hay
quien dice que todo empezó con unas fiebres muy altas la cuestión es que el
pequeño que no contaba más de siete años de edad quedo inmóvil cual un vegetal,
mirando tristemente la luz que se filtraba tras la ventana. Fueron años duros
donde parte de los tratamientos se llevaban a cabo poniendo sanguijuelas sobre
el enfermo, tiempos oscuros que el niño soporto estoicamente. Y una promesa del
padre:
- -Cuando todo esto acabe, te habrás
ganado el mejor premio que puedas desear.
Y la respuesta de Marcel no se hizo esperar:
- - Padre, lo que más deseo es
pasear cerca del cielo.
El milagro sucedió a medias, fue
gracias a un médico higienista quien recomendó sacar al ya muchacho de la
oscura habitación y colocarlo sobre una silla de ruedas. Horas estirado desnudo
bajo el sol, alimentación saludable, aire limpio. Y mientras el chico iba
sanando los cambios en la muralla iban sucediendo, ese iba a ser su premio.
Durante más de catorce años viví en un piso
habilitado como un loff con unas enormes arcadas, abajo y claramente veía cada
día sobre el trozo de muralla que aun pervive un paseo completamente adaptado que lo recorre a de punta a punta.
Alguien me explico que desde aquel lugar un muchacho joven y soñador cada día
paseaba en un silla de ruedas lo más cerca posible del cielo.
La Muralla de Banyoles en la actualidad
Me encanto que buen giro has dado a ese premio ..el mejor sin duda , una hermosa historia y esa frase de pasear lo más cerca del cielo precioso ..
ResponderEliminarUn abrazo enorme y gracias por traernos estás historias tan tiernas y emotivas.
Hermosa manera de mirar el paisaje que nos rodea e inventar historias con los datos que se contemplan y los que la imaginación nos ofrece.
ResponderEliminarBrillante historia, paisana.
Besos.
Una vida sufrida que buen mereció su premio. Gracias por esta historia. Un abrazo 😊
ResponderEliminarSu mejor premio, me gustó tu historia
ResponderEliminarUn abrazo
Una preciosa historia de la que se pueden y se deben sacar enseñanzas.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
Me encanta el relato... el positivismo es la base de una vida premiada. (lo de las sanguijuelas es algo que me pone los pelos de punta brrr... :S)
ResponderEliminarBss
Pobre chaval! Ni las grandes riquezas de la familia que se contaban por millones, libraron al muchaho del horror de las sanguijuelas. menos mal que al final obtuvo su premio, o su medio premio. Saludos afectuosos.
ResponderEliminarUn hermoso relato lleno de sensibilidad y realidad, algo tan difícil de compaginar.
ResponderEliminarEnhorabuena
Saludos
Qué bellísimo relato, me ha tocado el alma...
ResponderEliminarPrecioso de verdad!!
Muchos besos.
Es un relato precioso, muy tierno, con unas insospechadas consecuencias urbanísticas.
ResponderEliminarLa foto inicial se parece muchísimo a algo que vi esta semana en un pueblo manchego, con semejante arco iris.
Un abrazo, amiga.
Me ha emocionado este relato! que lindo!
ResponderEliminarAbrazo Molí
Que historia tan curiosa. A lo mejor da para algo más porque creo que merece más desarrollo.
ResponderEliminarBesos
Una historia con un final perfecto, bien merecido ese premio.
ResponderEliminarBesos.
Bien merecido premio, solo le faltó curarse de todo, pero seguro que al final lo consiguió.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo
Un merecido premio, buen final tiene tus historia.
ResponderEliminarYa que te gusta el personaje, esas son las tres páginas finales de la primera historieta de Duality,
http://kebondi.blogspot.com.ar/2018/05/duality-la-mujer-de-sus-suenos-paginas.html
Un abrazo
Precios relato, hasta me parece verídico.
ResponderEliminarHay paisajes y sitios que nos cuentan historias,
como esta que has sabido intuir/escuchar/sentir/imaginar.
Besos