CONTANDO SEMANAS CON SINDEL
SEMANA 13 PALABRA: CORAZA
CORAZA
En su infancia había sido como un libro abierto ya que
cuando el amor salta a raudales alrededor el pensar y actuar libre es una
condición. Los posteriores años de internado entre monjas le enseñaron a
cubrirse con una gruesa capa ya que allí la autenticidad se pagaba con
castigos.
Cuando ya en su adolescencia regresó a su hogar era una jovencita
llena de complejos e inseguridades las cuales cubría con una densa coraza. Sus
padres pudieron ver que habían perdido a aquella niña segura y feliz a quien un
día sacrificaron en aras de una buena formación académica. Inteligente si, con
muchos estudios también, pero con una prudencia que rayaba los límites de lo
sano y normal.
Cuando años más tarde se enamoró, él tuvo que hacer
malabarismos para saber de su vida. Años de convivencia lo llevaron a conocerla
mejor y en los momentos que ella mostraba su flaqueza él se dio cuenta que la
vulnerabilidad de ella significaba una mayor fuerza para él.
Mientras los escasos rayos de luz en ella se apagaban, el los
recogía para lucir en todo su esplendor. Ella volvió a encerrarse en su coraza y en pocos meses
recogió sus cosas y se marchó.
Dicen que vive en uno de aquellos países donde pobreza y alegría
van cogidos de la mano, dicen que allí a podido recoger trocitos de aquella
niña a quien un día llevaron a un internado.
Una triste historia que por desgracia se más frecuente de lo que desearíamos. A veces el amor no es suficiente para quitar esa coraza que aplasta a la persona.
ResponderEliminarUn besazo y feliz martes.
Las corazas que nos vamos poniendo en la vida son difíciles de sacar y si encima cuando la sacamos los demás se aprovechan de nuestras debilidades ya no quedan ganas de seguir andando sin ella.
ResponderEliminarUn beso
Que triste que una niña feliz pase a encerrarse en si misma, cuando mas pasa el tiempo mas firme es la coraza. Buena historia que podríamos traspapelar a los jóvenes que se encierran en sus maquinas de juego. Abrazos
ResponderEliminarQué triste historia. Es curioso como a veces la infancia nos lleva de una manera u otra a perder nuestra identidad más auténtica, qué pena.
ResponderEliminarBesos.
Los internados levantan muchas murallas. Se guardan tras de ellas demasiados sentimientos y se contienen demasiadas emociones. Lo peor llega cuando esa coraza se derrumba y deja a descubierto la vulnarabilidad. Buen tema el que has traido Moli. Abrazo
ResponderEliminarMuy sentida tu historia... es cierto que hay mucha gente que podría brillar pero no lo vemos por la coraza que se ha ido creando con los años.
ResponderEliminarBss
Dicen y quizá sea cierto. Muy buena aportación.
ResponderEliminarUn abrazo