CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 7 DE ABRIL, ESTA SEMANA LA AMIGA MYRIAM DESDE SU BLOG DE AMORES Y RELACIONES NOS INVITA A ELEGIR UN INICIO ENTRE DIEZ PARA ARMAR UN RELATO....
LA ESCALERA
Subimos al último piso por una empinada y estrecha
escalera. La subida de los tres pisos inferiores había sido algo más fácil,
a pesar de la forma irregular de los escalones y de que muchos de estos se
mostraban fuertemente deteriorados por el paso del tiempo. Nada que ver con el
último tramo. Nos encaramábamos siguiendo en tintineo de una pequeña bombilla
que por instantes dejaban el lugar en una oscuridad que nos hacía temer por
nuestra seguridad al no tener claro donde poníamos los pies. El olor, mezcla de
acido y añejo se hacía mucho más presente según avanzábamos. Mientras la lluvia
que crepitaba sobre el tejado parecía que de un momento a otro nos haría
sucumbir.
De
golpe, el fuerte viento de la tormenta traspaso aquel trozo de pared caída por
el paso de los años. Nos quedamos parados mientras nos empapábamos a causa del
agua que a remolinos se filtraba dando la mano a la inmensa ventisca.
--Es
solo una tormenta de primavera—había dicho Manel. Lo que mi amigo no sabia es
que las tormentas de mayo se saben cuándo comienzan, pero no su duración.
Y allí estábamos
nosotros, en pos de una incierta aventura, tiritando de frio y chorreando en el
lugar más lúgubre que alma alguna pudiera imaginar.
Buscando
un rincón para refugiarnos empujamos aquella puerta desvencijada, en el suelo
un colchón raído y viejo parecía vetarnos el paso.
--Ya os
lo dije—inquirió Manel—aquí es donde Paquita viene con sus novios….
Los
cuatro compartimos un gesto mezcla de sorpresa y de asco, bordeamos el colchón
y como si se tratase de una especie de ritual la lluvia ceso de pronto dando lugar
a unos incipientes rayos solares. Instantes después, el ave salió disparada por
una de las ventanas que se mantenían abiertas. Manel puso su dedo en la boca reclamándonos
silencio, entonces fue cuando lo seguimos hasta el bajante del techo. Con un
gesto casi imperceptible, saco un pequeño espejo de su bolsillo colocándolo en
la parte superior del nido. Y allí los vimos, con sus piquitos abiertos, con
una especie de desespero en su piar. Estaba claro que la primavera había llegado,
a pesar de las lluvias, a pesar del mal tiempo. Aquellas pequeñas golondrinas
eran la muestra viviente de que la rueda de las estaciones seguía girando.
¡Qué relato tan bonito! Nos llevas de la mano describiendo genial ese lugar para finalmente, sorprendernos con un detalle de vida.
ResponderEliminarBesos.
La vida busca salidas, en la pared más árida sale una ramita y en un lugar escondido las golondrinas inventan la vida. Un tierno relato.
ResponderEliminarEse final es vida totalmente Gracias por describirnos y llevarnos a la gran sorpresas de la vida. Un beso.
ResponderEliminar¡Sorprendente!.
ResponderEliminarCuando esperaba algo siniestro aparece justo lo contrario.
¡Enhorabuena!
Qué belleza! No es posible decir más...
ResponderEliminarBesos!
Toda una aventura que merecía ser contada. Buen relato. Un abrazo Moli
ResponderEliminarMe ha encantado ese final, inocente y tierno.Una aventura llena de encanto.
ResponderEliminarUn beso.
Qué bonito! Por alguna razón me has llevado a los ochenta; a esas peripecias y aventuras típicas de la edad, en las que la imaginación te llevaba a las más trepidantes, a la vez que ingenuas, experiencias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Molí.
Abrazo grande 💙
(No sé si has visto mi comentario en el anterior post, donde te dejo los enlaces del reto en el que participaste. En cualquier caso, gracias nuevamente!)
Qué bonito lo has narrado. Así llego la primavera con esa aventura.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué hermosura! Bendita la Primavera y benditas las maravillas
ResponderEliminarde nuestra madre Naturaleza que nos dan esos regalos.
El texto es precioso.
Mil gracias por haberte sumado a mi convocatoria. Besos
Una golondrina "Hace Verano"..... un lugar bastante tetrico para un nido.
ResponderEliminarEscalón tras escalón.... siempre subir se vuelve un reto. Esa puerta , esa última puerta, siempre traera sorpresas gratas.
ResponderEliminarComo siempre, precioso tu relato. Me encantó. Saludos
ResponderEliminarUn relato onírico que tiene todo el sentido que queramos por que vamos de la mano, po que somos uno de los cuatro que ascendemos y podemos contemplar como la vida sigue pase lo que pase. Un abrazo
ResponderEliminarLa naturaleza no sabe de ruinas y abre paso a la vida, como los niños, ellos también se abren paso aunque los chismorreos, la civilización comience en ellos a hacer sus primeros pinitos. Bello relato, como la vida misma.
ResponderEliminarBesos.
Si esos piquitos de golondrians, desesperados son horrendos y tipicos de lugares lugubres y abandonados, pero asi es, es solo un ciclo, pronto creceran y emprenderan el vuelo.
ResponderEliminarMe preguntaba que iba a pasar en ese ambiente, de tormenta, desolación, con algo de inquietante.
ResponderEliminarY resultó que la vida, manifestado en ese nido. Como en Paquita, que lleva ahí a sus novios.
Bien contado.
La naturaleza tiene sus modos de avisar de los cambios antes de que lleguen.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Has logrado despistarme con ese final. Creí que era otra cosa menos tierna.
ResponderEliminarAbrazos
Un bonito lugar lleno de vida e ilusiones, y sin embargo falto de ña belleza plastica que deberia acompañsrlos
ResponderEliminarBasoss inma