CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 15 DE FEBRERO ESTA SEMANA LA AMIGA NURIA DESDE SU BLOG BITAGORA LITERARIA NOS INVITA A ESCRIBIR.....
OBJETOS
OU LA LA
El paquete me llegó por sorpresa envuelto en papel de envalar. Y yo en mis casi diez años estaba llena de curiosidad.
-- ¿ Que és Trini? ¿Que és?
Los nervios casi me hacían saltar de la cama, de aquella cama con ruedas de hospital en la que hacía mi vida desde bastantes meses atrás.
Mi curiosidad se extendió al resto de las niñas, pero Trini, la mujer bajita cuya vida no había ido más allá de aquel hospital asilo lo porteaba con un cuidado exquisito.
-- Paciencia que lo que sea viene metido en cajón de madera, debe ser algo frágil...
¿Frágil? ¿Quién podía enviarme algo frágil? Y lo más importante ¿Que era?
-- Viene de Francia -- dijo Trini con un grito contenido -- de Paris exactamente.
Entonces pensé en la tía Dalia, en mi primita Esther y en el día en que aparecieron por Membrilla. Esther apenas tenía dos años, yo casi ocho.
-- Tita Dalia déjamela...
-- No que és mu chica
-- Yo ya soy grande tita, te prometo que voy a cuidarla...
Y yo orgullosa atravesando el pueblo de la mano de mi primita. En el camino nos encontramos de frente con el heladero haciendo sonar la campanilla y yo con mis escasas monedas que le compré un helado a esa primita francesa.
Trini desapareció con la caja en busca de alguna herramienta con que poder abrirla. Tardó mucho, demasiado para una niña de mi edad... Cuando reapareció, la caja de madera se había transformado en una cajita negra delicadamente pintada, en el centro una bailarina danzaba al son de una dulce melodía. Era tan preciosa que no podía creerlo.
-- ¿Te gusta? -- me preguntó Trini
Yo asentí aunque no tenía muy claro que era tan mágico objeto.
-- Es una caja de música -- me aclaró -- Si la cierras (y me lo dijo haciendo una demostración) se para la música y la bailarina deja de danzar). Pero si la abres (y la abrió) Oh la la.. y la bailarina comenzó de nuevo con su danza.
La caja de música me acompañó desde ese día hasta que abandoné el hospital, viajando conmigo desde Madrid a Membrilla. Cuando meses más tarde dejamos el pueblo en nuestra nueva aventura a Cataluña, también me acompañó. Años más tarde me case y la caja de música vino conmigo y gozo de la alegria de mi primera hija. Fue en una de mis mudanzas de un piso a otro que le perdí la pista. No se si fue la envidia de algun amigo de los que ayudaron en el traslado. La cuestión es que nunca más supe de ella. Eso sí quedó muy dentro de mi corazón al igual que aquel verano en el que yo atravesaba Membrilla, orgullosa cogida de la mano de mi primita Esther, gracias a la confianza que depósito en mi, la tita Dalia.
Unos recuerdos de infancia y un misterioso final para esa caja de música venida de Francia, exquisito relato.
ResponderEliminarBesos.
Hay objetos que nos traen a la memoria cantidad de recuerdos, los tuyos son muy lindos con un final muy de verdad. Un besico Molí.
ResponderEliminarPerdido el objeto el sentimiento queda en la memoria.
ResponderEliminarUn saludo
Bonitos pensares de antaño, rejuvenecemos cuando recordamos y seguro que si oyeras su música la reconocerías. Un abrazo
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el planteamiento inicial de tu relato, dejando ver la situación de ingreso hospitalario. Y esos "flashbacks" de cuando se veía en Membrilla con su tía y la prima. Lástima la pérdida de la cajita en el traslado.
ResponderEliminarUn relato muy bien construído. Felicidades.
Por cierto, yo nací en Ciudad Real, provincia donde hay un pueblo llamado Membrilla, no sé si será el mismo...
Yo pasé mi infancia en Membrilla y si pertenece a Ciudad Real.
EliminarY aún conservo una caja de música con cajoncitos que hace la función de joyero, pero sin bailarina. Me ha gustado como has descrito el que la caja de música siempre te acompañara desde que la recibiste en el hospital, siendo pequeña. Lástima que desapareciera en una mudanza. Un abrazo.
ResponderEliminarHay objetos que atesoran recuerdos desde la infancia. Buena aportación. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Que bonito recuerdo! Los objetos dice: que acompañan el tiempo necesario, y cuando se pierde así como lo cuentas, es porque seguramente tiene que encontrarlo alguien que necesite para aprender de el.
ResponderEliminarUn abrazote Molí :)
La sensibilidad está a flor de piel como ese recuerdo donde la magia de tus palabras danzan...
ResponderEliminarUn abrazo de Buscador
Un relato sensible y muy grato.
ResponderEliminarUna de esas experiencias que nos hacen mejores.
¿A saber a quién alegra con su danza, la bailarina de la caja de música que vino de París?
Un abrazo.
Que recuerdos más tiernos Inma! Que bonito relato el tuyo! Un abrazote!
ResponderEliminarHola, Molí: ¿Membrilla? ¿Eres de Membrilla o viviste ahí? Yo vivo a unos 50 km más o menos, conozco el pueblo, había una amiga allí viviendo y la visitamos y con ella el pueblo.
ResponderEliminarLas cajitas de música eran una maravilla y los recuerdos que evocas más. Buen texto.
Un abrazo. :)
Merche pase mi infancia en Membrilla (Ciudad Real) porque mi familia era de allí. De hecho mi libro ESENCIA de Azafrán es un claro homenaje a mi pueblo.
EliminarHola Molí, Trini te hizo esperar, pero la recompensa mereció la pena no solo por la bella caja de música, sino por los recuerdos que trajo a tu mente. Imagino esas niñas cogidas de la mano paseando por Membrilla y el helado de fresa que le compraste. Una pena lo de la mudanza, a mí también me pasó igual con una colección preciosa que tenía y que al igual que a ti desapareció extrañamente durante la mudanza...
ResponderEliminarGracias por el precioso relato tan emotivo y entrañable que añades a la convocatoria, tu tía Dalia y tu Prima Esther forman ya parte de la familia bloguera
Un fuerte abrazo
Todo un recuerdo de infancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Está claro que esté donde esté, va en tu memoria y en tu corazón, aquelpresente que te llegó nada menos que desde París al hospital, imagino lo contenta que te pondrías. y esa alegría es la que revive ahora al recordarla
ResponderEliminarTodo el relato rezuma de ilusión infantil. la caja, la Trini, la espera, la prima. todo con una ilusión y ternura exquisitas.
ResponderEliminarMe equivoqué; nada más picar el enlace pensé: seguro que escribe sobre el molinillo😜
Besoss Inma
Una cajita de música que bailará y sonará a pasar de que se sucedan décadas, incluso siglos. ¡Tu historia me pareció preciosa, Molí!
ResponderEliminarUn besazo enorme
nunca entendí el sentido de la caja musical.... pero la de cuentos que guarda en su interior , la hacen magica.
ResponderEliminarHola te envié un correo desde la dirección de Aschel y no sé si lo has recibido. Puedes confirmarlo. Gracias.
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