Convocatoria juevera para el jueves 3 de enero, la amiga Vivian desde su blog LA PIAZZA DELLA LUNA nos invita a escribir sobre :EL FUTURO EN NÚMEROS
8 X 8
Creció con una madre aficionada al
tarot, a las fórmulas mágicas y como no podía ser de otra forma a la numerología, esto último como signo inequívoco que marca la personalidad y predice el futuro. El hecho de que
su nacimiento se produjera en el octavo mes de embarazo unido a su fecha de
nacimiento el día ocho de agosto de 1970 daba siempre inexorablemente el número
8 como el número que marcaría su vida.
Le pusieron por nombre Herminia,
nombre que comienza por la octava letra del abecedario y que está compuesto,
como no podía ser de otra forma, por ocho letras. Fue una bebe avanzada ya que empezó
a parlotear de forma clara con ocho meses aunque para caminar se retrasó hasta
los 18.
Desde muy tierna edad fue consciente
de que el ocho era y seria el eje de su vida. Hasta los ocho años no se soltó
en el arte de leer, edad también en la que hizo su primera comunión y en la que nació su
hermana Fátima, esta última marcada por el número 6.
Fue también a partir de esa edad en
que comenzó su obsesión por su número: Caminaba ocho pasos y paraba, contaba
hasta ocho o múltiples de ocho cuando jugaba al escondite y empezó a hacer
malabarismos con los problemas matemáticos para que la solución de estos fuera
siempre ocho o sus múltiples.
No se permitió enamorarse hasta el
año que cumplió dieciocho años, ya que creía firmemente que todos los chicos
que aparecieran antes no serían su auténtico amor. Supo que era el definitivo
porque él ya había cumplido los 32.
Se casó ocho meses después sin atender los
consejos de su madre quien tenía claro que ni la edad ni la fecha de la boda le
eran proclives. Aguantó ocho años de un matrimonio de dominio y maltrato psicológico
del que no nació ningún hijo (tal y como le había augurado su madre).
Trabajó como administrativa en una
empresa donde tenía un horario intensivo. Las tardes, las dedicaba a estudiar matemáticas
de forma libre buscando soluciones donde el ocho fuera el número clave.
Hasta los 38 años tubo diferentes
relaciones pero ninguna se ajustaba a sus expectativas numerales, tampoco le era
fácil convivir ya que a estas alturas de su vida el ocho la condicionaba hasta en
los actos más elementales: abrir y cerrar la puerta ocho veces antes de salir,
pasarse la ducha ocho veces en intervalos de ocho minutos, comerse un bistet
que midiera ocho centímetros……
En 2018 cumplió los 48 años y justo
a fin de año, después de observar la felicidad de su hermana junto a su cuñado
y sobrinos (Fátima nunca creyó en la numerología), se está cuestionando su realidad: no supo ver, ni siquiera intuyo
la gran suerte de ese número ya que si lo miras de lado es el menos limitante
de los números. Justo hoy se acaba de dar cuenta de que el número ocho contiene la inmensa magnitud del infinito.
Me encantó. Ameno, divertido, determinista, entretenido, y con ese final mágico. Me quedo agradecida por tu participación y tratando de encontrar "ochos" en mi vida. Besos
ResponderEliminarHas jugado con el ocho hasta cansarlo y acostarlo. Nunca había calculado las posibilidades del 8, tu las has encontrado todas. Abrazossss
ResponderEliminarY también se parece a la cinta de Moebius, uno de los grandes planteos de la matemática.
ResponderEliminarLa protagonista confío demasiado en el 8 hasta que se planteó una idea nueva idea.
Un abrazo.
¡Qué obsesión tiene Herminia con el 8! Menos mal que por fin cambia la prespectiva de su 8 dichoso y parece que ante ella se abre una variedad de caminos por explorar. Infinitos, diría yo... ;)
ResponderEliminarMe gustó mucho tu historia.
Feliz 2019.
Bss.
Un relato estupendo , es cierto que a veces nos obsesionamos en demasía con estas cosas , y hay que dejar la mente libre y aventurarse al destino ..
ResponderEliminarBueno menos mal que se dio cuenta ,todavía esta a tiempo de elegir su destino ..
Un fuerte abrazo .
Bonita historia. Todavía le queda tiempo a Herminia a disfrutar hasta el infinito de un tiempo resplandeciente y azul. Y dejarse de tantas zarandajas de números y combinaciones.
ResponderEliminarFelicidad y besos.
Muy bueno. El final lo deja fenomenal.
ResponderEliminarBesos
También se puede probar con el 69.
ResponderEliminarSiempre imaginativa.
Saludos.
Nunca pensé en el signo de lo infinito como ocho 'acostado'... Gracias por ampliar mi horizonte un poco más. Un abrazo de Año Nuevo
ResponderEliminarUn poco obsesionada Herminia con el núemro 8, la voy a tener que ver en la cosulta jajaja. Distraído y original relato. Un beso
ResponderEliminarPobre Herminia. Sabes, yo nací en año acabado en 8, y me dio el año pasado por comprar en la OID el número acabado en 8 muchos días de la semana... pues bien, apenas recuperé casi nada de lo jugado. (tampoco era mucho soy de los que piensan que la mejor lotería es la economía). Al final y de forma jocosa considerábamos que era mi ONG particular a la que sustentaba (eso sí, sin contar las que pago por el banco... Así que de 8 ni caso, y de números en general poco, soy mas del Casi. Besos y Felicidad para ti y los tuyos durante 2019.
ResponderEliminarTremenda historia...lo que si me queda claro es que esto de ver el futuro a través de los números pues es que no va...a Herminia se le fue la vida tras el ocho en vez de vivirla al máximo...ah!! Otra cosa..hay infinitas maneras de ver la vida, eso quedó claro...
ResponderEliminarBesosssss
Divagaciones Nocturnas
Ojalá le sirva para seguir adelante sin atarse a numero alguno, tan solo apuntalando su optimismo natural. Buen relato, muy entretenido. Un abrazo
ResponderEliminarY para colofón al relato, ni más ni menos que la infinitud de todo que se halla contenida en el número ocho...muy buen y obsesivo relato
ResponderEliminarBesos