CONTANDO LAS SEMANAS CON SINDEL
SEMANA 9
PASADO
Ese verano no iría de vacaciones a casa, ya me lo habían
comunicado de forma definitiva. Y en el calor intempestivo de la noche,
observaba la larga fila de camas todas ellas situadas en la sala de las
mayores.
La mayoría se fueron yendo en un goteo continuo, tenían el
privilegio de pasar el verano con sus familias. Otras, las internas a quien
nadie recogía, marchaban cada verano a la paz de Arévalo en la provincia de Ávila.
Pero yo me quedaba allí, los clavos que atravesaban mi pierna impedían ni tan
solo pensar en el traslado, largo estio nos esperaba a las medianas y a las mayores.
Sin embargo, el verano nos daba algunos privilegios. Podíamos
disfrutar de la televisión hasta altas horas de la noche. Fue así como aquel
veinte de julio de mil novecientos sesenta y nueve, supe que un hombre había pisado
por primera vez la luna. En ese instante se abrió mi interés por satélites, sistemas
solares y astronautas.
Algunas semanas, sacaban nuestras camas de ruedas a las
terrazas que volteaban nuestra sala. Durante días y noches, vivíamos allí
cubiertas de sombras para aplacar la intensidad solar y a merced de las estrellas
y la luna por las noches. Ese fue parte de mi pasado de niña aventurera,
ya que mientras mis compañeras pensaban en un futuro como enfermeras o azafatas, mis sueños se dispararon mucho más alto y durante años soñé con ser astronauta.
Me encantó este relato con historia propia. Todos tenemos un pasado distinto. El tuyo más allá de la dificultades sé que te hicieron la hermosa persona que sos. Un abrazo.
ResponderEliminarHas traído tu pasado personal y nos has hecho ver la tele contigo y saber podríamos haber compartido aventuras contigo. Ser astronauta tiene su encanto pero en la Tierra estamos todos nosotros. Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué recuerdos! Mi madre también recuerda ese día como algo especial, una noche de verano con magia.
ResponderEliminarBesos.
Sueños que no hacen felices mientras los soñamos y los vivimos en nuestra mente. La idea de las camas fuera para contemplar las estrellas es un punto magnifico. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué fantástico! ese pasado que nos acercas. Nada como vivir esos momentos históricos (pero de los buenos, jolines que se echan mucho en falta!!)
ResponderEliminarYo no recuerdo ese pasado, pero mi madre dice que también lo ví sentada encima de ella, y me gustaría pensar que influyó en mi gusto del hoy por la ciencia.
Bss
Lo recuerdo como si fuera ayer y ya han pasado años. Estaba estudiando el bachillerato y ni idea del futuro todavía. Ya ves, después los aviones entraron en mi casa y aún siguen. Lo de ser astronauta es muy duro y ni se me pasó por la cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso sueño. Ojalá se haya cumplido al menos en parte. Saludos
ResponderEliminar¡Qué bonito lo cuentas, me encantó!
ResponderEliminarBesos