CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 9 DE JUNIO, ESTA SEMANA LA AMIGA MÓNICA DESDE SU BLOG NEOGEMINIS NOS INVITA A ELEGIR: UNO DE LA GALERA
Entre el
sopor no soy capaz de recodar el impacto, veo una especie de garras que me
recogen entre nebulosas un ruido ensordecedor y mi entrada en una especie de
gusano inmenso, horas estirado en un lugar oscuro y un suave vaivén muy acompasado.
Hasta que salimos no llego a ser consciente de que hasta entonces el gusano
estaba enterrado bajo tierra.
Estoy solo,
definitivamente estoy solo en un lugar donde es difícil ver cualquier cosa alrededor,
camino pisando una especie de arena anaranjada en la que brillan un tipo de
granates rojo escarlata. El olor a azufre ronda por doquier así que me es
difícil dar cuatro pasos sin agotarme, la neblina que me envuelve es de un rojo
pálido, aunque de vez en cuando se diluye. En esos escasos momentos se muestra frente
algo que creo que es un cielo granate oscuro y que impide vislumbrar algún tipo
de especie animal. A ratos, el suelo por el que camino parece volverse
esponjoso y mis pies van moviéndose con inseguridad, es entonces cuando surge
un zumbido seseante bastante molesto y mis manos van directas a tapar con
fuerza mis oídos los cuales comienzan a doler.
De pronto,
un día todo empieza a mostrarse tal cual es ante mí: el cielo granate, las
montañas que muestran diferentes tonos rojos que van desde el rosa pálido al
rojo sangre, las sombras de los pobladores cuyos contornos se muestran
claramente como los de unas ratas inmensas que se mueven con apatía a mi
alrededor, los gusanos grandes de un rojo rubí donde continuamente entran los
habitantes. Gusanos que emergen atornillándose bajo tierra ya que he deducido
que es la única forma posible de viajar.
Una especie
de ascensores rojo cereza se atornillan a la arena constantemente, por lo que
deduzco, los lugares donde habitan están debajo. Cuando logró bajar en uno de
ellos es cuando mis ojos comienzan a ver en la oscuridad. Una especie de latas
grandes se muestran perfectamente alienadas formando una combinación perfecta
de calles y avenidas, al fondo un inmenso faro rojo parece guiarlo todo. Es
aquí dentro donde comienzo a ser consciente de que solo soy uno más entre
muchos. Es ahora cuando veo el pelo rojizo de mis patas, de mi lomo, de mi
barriga y de mi cara. Es cuando noto ese nuevo apéndice que los humanos
llamamos cola, es ahora cuando en la turbieza de un inmenso charco negro veo mi
total transformación.
Solo
recuerdo una vieja botella de ron vacía ante mis ojos medio abiertos, después
el rojo lo envuelve todo.
Un relato futurista con final kafkiano e inesperado, muy chulo! Qué imaginación, me gusta.
ResponderEliminarBesos.
Es que las ratas, dicen, todo lo ven en rojo! Excelente relato fantástico que nos saca de cuajo de la realidad cómoda y acostumbrada. Me alegra haber podido dar cabida a semejante inspiración! Un abrazo, Moli y muchas gracias por participar.
ResponderEliminarUffff el mundo de las ratas me encoje el cuerpo, Moli. Has construido un genial relato, me gustó leerlo.
ResponderEliminarBesos
Un relato de science fiction kafkiano que me ha hecho sentir angustia, asco y desasosiego mientras lo iba leyendo. La narraciôn impecable, aunque me erice la piel. Excelente. Besos
ResponderEliminarLas ratas ya de posi son inteligentes, en este relato es como ver un futuro donde ellas tienen mucho que decir y hacer.
ResponderEliminarUn abraz , feliz semana.
Una genero difícil, ficción, y todo velado en rojo. Tiene que haber estado añejo en roble.... Yo quiero un trago de esos.
ResponderEliminarQué borrachera pilló!!!! y como consecuencia esa pesadilla que para nada quisiera en mis sueños... ¡ratas! qué horror.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo que ha provocado en tu imaginación la palabra rata... confusión, angustia en estado extremo. Final de impacto.
ResponderEliminar¡Absolutamente genial!
Un abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarno puede quejarse tu viajera. ha sido rescatada y reconvertida en una especie que puede sobrevivir en su planeta destino. mucho mejor rata que gusano, porque paraece que no hay mucha variedad mas. Eso , o se han encendido las lucer rojas de alarma de emergencia, y sigue bajo los efectos del ron. Incluso podria ser que hubiese cogido el sarampion, y le hayan puesto aquel celofán rojo, y esta delirando.
ResponderEliminarme quedo con la primera
abrazooo inma
Es un relato magistral. Me ha encantado...imaginación al poder.
ResponderEliminarAl igual que Kafka metamorfoseas tu personaje hasta la inconsciencia llevándole por un mundo con todos los tonos rojos posibles. Apasionante escrito, me ha gustado Un abrazo
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