DESEO CUMPLIDO

 

DESEO CUMPLIDO

Las líneas paralelas del sol reflejadas en la pared será lo primero que recordará de aquella mañana primaveral. Dos palabras retumban en su cerebro, se escapan desde su frente resbalando por el oído izquierdo, ella sonríe, no sabe por qué, pero sonríe.

--DESEO CUMPLIDO

Le cuesta comprender el sentido de las palabras, pero intuye que el significado de estas es bueno. Con una especie de inercia tira de la persiana y abre la puerta de una de las terrazas que dan al mar. El sol refleja la magnitud de su luz en aquella agua que acaricia la arena, ella respira pausadamente, se podría decir que es feliz.

Nunca recordará aquella última noche, cuando él la perseguía con insultos y maldiciones, no recordará el terror constante, ni a aquel hijo que pagó con su vida ¿la inercia? ¿el terror? ¿la desidia legal? No pensará en el pequeño cuerpo inmóvil, ni en sus gritos, ni en su llanto, ni en el deseo ferviente de que su torturador acabará por fin con ella, por fin…

--Te voy a dar donde más te duele—dijo él, aunque eso también se ha borrado de su mente.

--Invócame cuando me necesites…- le había dicho años ha su madrina. Una madrina de las de verdad aquella a quien llamaban la hechicera.

Y en aquella noche de terror, la imploró a gritos:

--¡No quiero vivir madrina! ¡No quiero seguir viviendo esta vida de mierda!

Y desde el cielo escuchó bajar un rumor.

--Deseo cumplido…

Hoy no recuerda nada de lo que fue, ni su infancia de niña querida. Ni su adolescencia rodeada de amigas, ni el día que conoció a quien creyó su amor. Ni su boda, ni el primer día que él la abofeteó. No recordará la angustia que le produjo su embarazo, ni la alegría y felicidad que le producía ver crecer a su bebe. Ni el día que por fin se decidió a hacer las maletas, ni de nuevo su angustia cuando aquel hijo, que era lo que ella más quería pasaba a las manos de él. No recordará la última sonrisa de su pequeño, ni como él le devolvió a ese mismo ser ya sin vida con unas frases dolientes y una sonrisa macabra. No recordará la noche terrible. No recordará nada de aquella vida. Serán años que no habrán existido para ella, tiempo perdido que nunca querrá recuperar. Solo un grito desesperado, un deseo y una madrina que incluso muerta hizo lo que creyó mejor para ella: Le regalo una nueva vida, lejos de toda aquella pesadilla. Hoy su vida empieza desde 0, la otra no existió.