No podré ¿o si?, a lo mejor si pruebo... jope, ¿porque tengo que tener una pierna tonta?. A ver voy a coger el saltador a ver si...
Cojo, primero un lado con la mano derecha, después el otro con la izquierda...primero tengo que probar sola, porque así cuando logré saltar, podré ir con mis amigas y decirles que ya... que ya puedo jugar a la comba con ellas y saltar.
"Al pasar la barca, me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero..."
No, no creo que pueda, porque este pie tonto, no saltará y pasará como el otro día que me fui derecha al suelo. Que me salió sangre y todo de la rodilla, de la buena y ahora la buena lleva un costrón que no veas...
A ver, primero una, después la otra, pues ahora las dos juntas... ¡Pon! Otra vez al suelo, pues hoy no voy a llorar, que si no mamá me acabará quitando la comba.
Con lo chula que es... la comba, quiero decir, la cuerda es de color rosa y azul y las manillas son de un amarillo como de sol y tienen como unos cascabeles que van sonando y...
Voy otra vez a probarlo...y tu pierna mala fíjate bien en la buena ¡ a ver si aprendes!
Al pasar la barca...los dos pies juntos... me dijo el barquero... se encojen juntos...las niñas bonitas... suben para arriba...no pagan dinero...
¡ Salto! ¡Salto mamá, salto! ¡ Eh! ¡Mirar cómo salto! Y no una vez, sino muchas.
* Dedicado a todas las niñas que nunca pudieron saltar a la comba, pero que si que lo hicieron con la imaginación.
Qué lindo relato y mejor dedicatoria, es cierto que algo que se ve tan sencillo hay personas que no pueden hacerlo y eso tiene un valor incalculable que tengas ese detalle.
ResponderEliminarPero has dicho algo mágico, es la imaginación con ella podemos alcanzar hasta la luna si queremos.
Un beso, gracias, anfitriona.
Muy emotivo tu relato Inma! No todos los niños pueden jugar a lo que quieren! Por suerte, la imaginación es el único juguete que todos los niños comparten y nunca deben perder! Un abrazote!
ResponderEliminarNo hay nada como la imaginación de niños. Se añora mucho de mayores.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué bonito relato. Creo que muchas de nosotras nos hemos visto reflejadas en esas sensaciones y su dificultad hasta que aprendimos a saltar. ¡Qué recuerdos! Precioso. Un abrazo
ResponderEliminarEntrañable relato que nos habla de la fuerza de voluntad y el empeño para superar nuestras propias limitaciones. Un abrazo, Moli
ResponderEliminarHola, Molí, muy bueno, cuántos saltos dábamos con la comba dichosa, y luego entrar lo que nos costaba a veces...
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Mi abrazo para todas esas niñas a las que le dedicas tu entrada, cuando somos pequeñas no alcanzamos para ver la hondura del problema y tú lo has explicado tan requetebién....
ResponderEliminarEntrañable. Aplicable a los que sin tener imposibilidad fisica, la tienen economica o de cualquier otro tipo. La infancia sin imaginacion sería irresistible. Y cuando las imposibilidadaes se alargan mas alla de la infancia, mas vale tener un buen arropo, sino...
ResponderEliminarBuenoooo... ahora que habias tú rodeado tan bien el drama
besosss Inma
La imaginación puede ser una compensación a las adversidades, una forma de afrontarlas.
ResponderEliminarTierno relato. Un abrazo.
La imaginación no tiene límites, no pone barreras. Y ¡claro que saltó! No solo eso, voló...
ResponderEliminarEs precioso el reto, el impulso, el logro.
Un beso grande.
toda un ejemplo de pregogreso y superación, la comba era un juego indivirual y los logros pertenecían a quien los conseguía. Un abrazo
ResponderEliminarJo qué bonito. Porque también se puede saltar soñando. No solo desde la realidad.
ResponderEliminarFelicitaciones por esta propuesta tan acertada.
Un abrazo.