El amigo Alfredo habitante de La Plaza del Diamante nos reta esta semana, nos pide una historia de viajes donde todo puede suceder "Sucedió en un tren", el relato no puede contener más de 200 palabras porque Tesalo ya lo permite en esta ocasión. El reto va más allá ya que nuestro relato ha de ser la continuación de unas frases ya iniciadas......casi como un juego, aquí va mi historia.
Sucedió en un tren
Su voz era como
un susurro, hablaba y hablaba sin escatimar en detalles. A esas horas de la
noche, los pormenores sobre la historia de nuestra familia me adormecían sin
poder evitarlo. El abuelo repetía una y otra vez la aventura de aquel viaje en
el que una vez en el tren decidió la forma como viviría su vida
Cuando bajo del tren se dirigió al desguace de los ferrocarriles y allí en medio de chatarra y hierros oxidados lo vio. Era un antiguo vagón de pasajeros con compartimentos, ideal para formar la gran familia que él deseaba.
El precio que pago por el vagón fue solo simbólico. Le costo algo más transportarlo en unos años donde los camiones no tenían la tracción de los de hoy en día. Pero consiguió que en medio de las tierras heredadas de sus padres quedara colocado su ansiado vagón.
Lo fue arreglando junto con Celia, su novia, quien muchos años después sería mi abuela. Sé que tuvieron que casarse deprisa poco antes de que naciera mi madre, después a lo largo del tiempo nacieron el resto de hermanos, hasta un total de siete hijos.
Aun hoy el vagón se conserva en el jardín de la casona años después construida. Ahora lo utilizamos como un lugar de juegos sus dieciséis nietos quienes en los largos días de verano imaginamos maravillosos viajes a través de inmensos desiertos de oro y plata o atravesando ríos de enormes cataratas en un tren mágico capaz de flotar.
Y es que no hay nada que no pueda lograr la imaginación....y sobre un maltrecho vagón colocado en un sitio no destinado para él...puede cimentarse la vida de muchas almas...y es que si cada una de ellas recrea su fantasía...son miles los viajes que ése vagón puede hacer...
ResponderEliminarun besazo!!
Maravillosa historia...¿Cuántos niños no desearían tener un vagón en su jardín para jugar? Por mi parte imagino que hubiera recreado miles de aventuras en el lejano oriente al lado de un abuelo que me hiciera soñar contando sus historias...bellísima entrada...Bss
ResponderEliminarPrecioso relato, y muy original. Tiene que ser muy bonito vivir en un vagón...
ResponderEliminarMuchos besos
Precioso relato, y muy original. Tiene que ser muy bonito vivir en un vagón...
ResponderEliminarMuchos besos
Qué idea tan buena y qué gran juguete para niños y mayores.
ResponderEliminarQué idea tan buena y qué gran juguete para niños y mayores.
ResponderEliminarMe encanta como cierras el relato...de casa, a casa familiar, y a lugar de juegos, pero de la familia, en este caso, los nietos...¡digno de visitar en esos veranos infantiles que tanto recordamos.
ResponderEliminarBesos
Me encanta como cierras el relato...de casa, a casa familiar, y a lugar de juegos, pero de la familia, en este caso, los nietos...¡digno de visitar en esos veranos infantiles que tanto recordamos.
ResponderEliminarBesos
Que bonita historia, y que imaginación más buena, me gusta esa idea de un vagón de tren en medio de la tierra... Un bonito comienzo para formar una bonita familia...
ResponderEliminarBesines...
Hermoso relato , donde se pasea el amor y luego la ternura de ver niños crecer y jugar en lo que fuera un hermoso hogar en un vagón pleno de luz y vida ...
ResponderEliminarAbrazo
Hermosa historia en la que el más tierno amor se cimienta sobre la magia de un vagón de tren. Fantástica manera de iniciar una familia!
ResponderEliminarSaludos jueveros!
=)
Muy literario lo de vivir en un vagón, aunque no parece muy espacioso, da la impresión de que fueron felices.
ResponderEliminarY que el lugar invita a la imaginación.
Una historia curiosa; pero los trenes tienen ese encanto que hay personas que los transporta a otra vida, y eso es lo que pensó el abuelo, tener el tren siempre consigo y así nunca lo olvidaría.
ResponderEliminarUn abrazo
Un vagón que si hablase contaría mil historias.
ResponderEliminarUn saludo
Original y hermosa historia de amor. Trenes, familia y el tiempo como aliado para conformar una vida en torno a un sueño. No solo el de viajar en un tren, recorrer distancias y vivir aventuras, también que el mismo forme el hogar.
ResponderEliminarMuy bonito, me gustó mucho.
Un abrazo.
Me encantó tu relato juevero, me encantó la historia de amor, muy tierna.
ResponderEliminarUn beso.
Imagino el vagón en el jardín para jugar...cuántas aventuras se pueden vivir! Una historia muy bonita y una forma muy original de vivir la vida.
ResponderEliminarUn placer leerte!.
Todo un regalo para esos nietos que viven miles de aventuras en ese vagón donde vivieron su amor los abuelos. Más romántico imposible.
ResponderEliminarUn beso.
Cómo me hubiese gustado un vagón de tren para jugar de chica!!!
ResponderEliminarUn beso.
Un poquito de imaginación y hasta un viejo vagón de tren sirve como cobijo para formar una familia feliz. Se me quedó corta la historia.
ResponderEliminarUn saludo.
La imaginación no tiene límites, para jugar y para escribir. Entrañable historia del periplo de un vagón al servicio del amor.
ResponderEliminarGracias por participar.
¡un vagón lleno de sueños!!!
ResponderEliminar¡un vagón lleno de sueños!!!
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