PERDIDOS........
EL NIÑO PERDIDO
Siempre que se acercaba la fecha del cumpleaños de Ronnie
entraba en un estado de desazón, habían pasado ya tres años pero Bernard se sentía
mucho más perdido que el primer día del inicio de toda aquella pesadilla. Si al
menos tuviera la misma capacidad de Julie para enfrentarse a las adversidades
de la vida, pero no, él no podía olvidar ni rehacer su vida como había hecho
ella. Cada segundo de su vida estaba dedicado a una búsqueda que todos a su
alrededor creían inútil, pero su tenacidad buscando respuestas era inagotable,
no cejaría en su empeño, no podía olvidar pero tampoco quería.
Era el último día de sus vacaciones en un camping de Sant
Pere Pescador, tenían ya las maletas hechas y estaban preparados para marchar,
el viaje hacia Frankfurt era largo y no quería llegar con el tiempo justo ya
que dos días después volvería a su trabajo como responsable de mantenimiento en
una importante empresa internacional. Julie disponía de más tiempo para
incorporarse en su puesto de maestra de primaria.
Fue salir los cuatro de bungaló cuando los amigos de los bungalós
colindantes salieron todos con una sonrisa que invitaba a pensar que alguna
cosa tramaban.
- - Sorpresa!- grito Anne – una de sus mayores amigas de
verano – hemos preparado una comida en la playa, es una pequeña fiesta de
despedida.
No sirvieron de mucho sus quejas ya que Julie parecía estar
confabulada, así fue como a las doce estaban todos reunidos en la playa de Sant
Pere Pescador ante varias paellas encargadas. Los niños corrían felices, Ronnie
con solo seis años parecía sentirse como pez en el agua, Julie estaba en todo
momento pendiente de la pequeña Marie quien aún no caminaba.
- -Ronnie, sal del agua – grito y lo vio salir tembloroso y
mojado, en la última imagen que recuerda de él, su pequeño surgiendo del agua. Después
la discusión de Julie con el niño que escucho a sus espaldas.
- - No quiero merendar – eran continuas estas discusiones
desde que nació la pequeña.
- -Coge la toalla del sol – escucho decir a Jullie- y siéntate y merienda.
Julie explico una y mil veces que lo último que recordaba
era a Ronnie enfadado estirando la gran
toalla amarilla en un punto apartado, después nada más, nadie más volvió a ver
a su pequeño.
En tiempo lo cura todo, pero no, nunca podrá olvidar los
días posteriores, la búsqueda de la policía, la reconstrucción de todo lo que
paso aquella tarde una y mil veces, el llegar a ser considerados posibles
culpables de la desaparición. Dos meses después su regreso a casa y su
reincorporación a la normalidad si es que esto era posible.
Alguien le dijo, que una de las mayores pruebas por las
que pasa una pareja es la pérdida de un hijo, si está perdida se supera los
lazos se hacen más fuertes, la relación se torna indestructible, en su caso no
fue así, él no podía olvidar, su hijo no había muerto, se había perdido en una
playa de la costa Brava.
Julie era más fuerte, un año después de su ruptura se casó
de nuevo y ahora estaba embarazada, el único nexo de unión era la pequeña Marie
quien venía a su casa cada quince días e intentaba llenar el vacío del hermano
ausente.
La llamada telefónica lo dejo desconcertado, era el
caporal de los mozos de escuadra de la demarcación de Girona.
-
Tiene que venir, es imprescindible que se presente aquí junto
a su mujer…..no, no puedo adelantarle nada.
Subió en el primer avión rumbo a Girona, a Julie solo
pudo dejarle un mensaje en el contestador. Cuando se encontró de nuevo en aquella playa aparecieron todos sus fantasmas pero se quedó esperando a
que todo el dispositivo acabara con su trabajo. Entonces le mostraron una toalla
amarilla cuyo color de sol ya se había desteñido, después le mostraron un pequeño
bañador azul, todo lo que quedaba de Ronnie estaba allí, bajo la arena de
aquella playa.
Le explicaron que unos niños jugando cerca de la
desembocadura del rió Fluvia habían encontrado un pequeño cráneo y que un
inspector, recordó que en playas de marismas a veces se producía un socavón que
era cubierto inmediatamente por la arena de la playa. Así fue como llegaron a
Ronnie o a lo que quedaba de él, había sido engullido por la arena en segundos según
corroboraron arqueólogos, seguro que murió casi sin darse cuenta, le explicaron
los forenses.
Ahora Ronnie ya no está perdido, en su próximo cumpleaños
podrá ir junto con Marie al cementerio y llevarle un pequeño regalo, el aun
continua perdido pero siente que cada día lo está un poco menos, puede que sea
cierto eso de que el tiempo lo cura todo.
* Por desgracia mi relato esta basado en un hecho real que en su día nos explicó en clase Narcis Bardelet nuestro profesor de Anatomía Forense, poco después, dicho profesor publico el libro "Confesiones de un forense" donde entre otras explica el caso del niño perdido en una playa de Sant Pere Pescador cercana a la desembocadura del río Fluvia.
Estos sucesos destrozan cualquier vida, tiene que ser imposible recuperar la normalidad. Un abrazo
ResponderEliminarLa perdida de un hijo es lo peor que le puede pasar a una pareja , y en estas circunstancias aún peor , primero superar la perdida y más tarde la muerte , son dos duelos por la misma persona . Ojalá no sucedieran estas pero la vida nos pone pruebas muy duras .
ResponderEliminarCrudo relato como la vida misma.
Un abrazo y un feliz resto de semana .
se me arruga el alma de pensarlo Se me achica el corazón
ResponderEliminar¡Hola! ¡Qué triste lo que cuentas! Creo que uno nunca supera esa perdida y la impotencia por sobre todo de no haber sido más capaz de hacer algo para salvar al niño.
ResponderEliminarMuy bien contado.
¡Un abrazo!
Vaya muerte más dura, sinceramente. Sabía que la arena en ciertas playas pueden provocar esa especie de arenas movedizas, pero pensaba que eso estaba controlado por las autoridades. Un abrazo.
ResponderEliminarDios mio! Me ha impresionado muchísimo tu relato, creo que no hay nada peor que le pueda ocurrir a unos padres, aunque la madre se recuperó pronto, la verdad...hay que ser muy fuerte para superar algo así.
ResponderEliminarMe ha parecido asombroso la forma en que sucedió, no pensé que algo así pudiera pasar en la realidad.
Muchas gracias por participar!
Un beso
Impresionante relato. No puedo ni medianamente imaginar el dolor de esos padres.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre pensé que un hecho tan traumático sería imposible de superar, la muerte de un hijo es terrible de asumir, pero la incertidumbre de no saber qué pasó es mucho peor, un abrazo
ResponderEliminarTerrible, terrible debe ser perder un hijo en estas circunstancias. Un relato muy emotivo, que al final Ronnie pudo encontrar la salida donde pudo haberse quedado para siempre.
ResponderEliminarBeso
Años de incertidumbre que acaban con la fortaleza de cualquiera. Aunque puede parecer paradógico, la certeza de su muerte es el primer paso para dejar de estar perdido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es escalofriante, lo peor que puede pasar en esta vida.
ResponderEliminarUn beso
Una historia durísima...qué manera más fea de estar perdido...tampoco es buena la de volver a encontrar alguna certidumbre...
ResponderEliminarBesos y abrazos
Que triste. El relato es desgarrador, triste y bastante oscuro. Pobre familia...
EliminarUn abrazote
Me quitaste el respiro... no puedo, no quiero ni imaginarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Te había comentado pero lo hice desde el cel y no sé qué sucedió.
ResponderEliminarEs triste una historia así, la dolorosa angustia de no saber y lo terrible del conocimiento, lamentable
Un beso