PROFESOR: ESTEVE MIRALLES
12 DE SEPTIEMBRE DE 2019
CONSIGNAS: Imaginar una puerta que represente algo para mi, en el relato está conmigo alguien a quien haya conocido últimamente. También tiene que aparecer algo o alguien que me haya provocado mucho miedo a lo largo de mi vida.
1- LA PUERTA
La puerta está cerrada cosa extraña porque desde que el
lugar se ha convertido en un bar de copas solo cierran los lunes y hoy es
jueves.
Empecinada como estoy en acompañar a Montse por el casco
antiguo de Córdoba, no puedo dejar de lado uno de los lugares más entrañables
de mi infancia. La puerta da la entrada a un pequeño patio cordobés de aquellos
que rebosan tiestos de geranios y pendientes de la reina. Justo a la salida del
patio nos sorprende un toque de guitarra, es el nuevo carrillón encargado de
dar las horas en La Corredera.
Y es allí en el poyete en el que estuve sentada cientos de
veces donde veo a Sor Carmen sentada. Pienso que mi cerebro me está haciendo
una de sus jugadas ya que por edad es imposible que la causante de mis
pesadillas pueda estar allí, justo en el lugar en el que me refugio cuando
aparece el miedo.
Montse sabe, intuye, todos los que pasamos parte de nuestra
infancia en hospitales tenemos eso en común: la luz del quirófano cegadora, los
dolores de la rehabilitación y en la mayoría de los casos alguna monja que
encargo de poner aún más terror, si eso era posible en nuestras vidas.
Puede que sea porque hace mucho que no hablo de esos días y
hoy Montse y yo hemos estado compartiendo trocitos de nuestras vidas sin parar.
Seguro que es eso, porque sé que Sor Carmen está muerta y bien muerta. La maté
hace unos meses cuando fui capaz de volver a aquel hospital de Madrid y lo
recorrí yo sola. La mate también el día que fui capaz de volver a un quirófano
sin terror. Cierro los ojos y ahora si miro mi puerta y borro a la monja
horrible así sin más de mi poyete.
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