CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 13 DE ABRIL, ESTA SEMANA LA MAIGA MYRIAM DESDE SU BLOG DE AMORES Y RELACIONES, NOS INVITA A ESCRIBIR: DE NUEVE SILUETAS, ELIGE UNA.....
Y YO ELIJO ESTA...
RUN RUN
Soy una de aquellas personas afortunadas poseedora de un
gato sanador. Para quien no este muy puesto en la materia les diré que entre
los gatos se definen especialmente como tales los gatos de color negro, las
panteritas, como les llamamos las amantes de los gatos. Pero es que mi gato tiene
el don de los negros y de los atigrados, pues su pelaje es una amalgama de
ambos colores.
Pues sí, tengo un gato sanador y cuando lo explico la gente
suele mirarme de forma extraña, será por eso que no hablo mucho de este tema ya
que a la mayoría de los humanos les cuesta creer en las cosas mágicas y más si
estas no están corroboradas de forma científica.
Para los profanos en el tema de los gatos, quiero deciros
que la mayoría de ellos tienen alguna cosa de curadores y que por las noches
suelen dormir con aquellos que más los necesitan. Ya sea por una enfermedad de
origen físico o por heridas del alma, ellos suelen ponerse muy cerquita y es
entonces cuando ponen en marcha su ronroneo tranquilizador. El run run es algo
totalmente diferente de los maullidos y suelen utilizarlo para tranquilizarse
ellos mismos o de forma curativa con los humanos. Pero el ronroneo es diferente
en cada gato. Yo tengo tres y por eso he podido corroborarlo.
Dream (siamés) tiene un ronroneo nervioso y acelerado que
espera una respuesta en forma de caricias. Nuva (tricolor de pelo largo) irrumpe con un
ronroneo fuerte y grave cual motor y si quieres tranquilidad no te queda otra
que echarla de tu lado. Pero Mel, el negro semi rallado es otra cosa, es por
eso que le llamo mi gato sanador….
Mel tiene la capacidad de ver la enfermedad. Por ejemplo,
hace unas semanas que me descubrieron una fisura en la retina, la cual requirió
un tratamiento a base de laser. Pues ya tengo a Mel a mi lado pasando su morro húmedo
por mi ojo derecho… A veces incluso ve lo que yo no veo ya que se anticipa a
enfermedades que yo ni sospecho. También tiene un detector especial para mis
estados de tristeza o de incertidumbre. Es entonces cuando se acerca a mi
apretando su cuerpo con el mío. Al principio parece que no deja salir ningún
sonido, pero de forma gradual deja ir un ronroneo dulce y suave que me envuelve
y que se expande a mi alrededor sin subir un solo decibelio. Es un ronroneo tierno
que acaricia y llena de paz y que más de una vez de ha llevado a un sueño
reparador.
Otra cosa que tiene Mel es que escatima bastante sus
ronroneos y los utiliza solo en circunstancias especiales y con personas a
quien ama realmente. Una de esas personas es mi hijo, quien un día cambio su
vida cuando con solo dos semanas estuvo a punto de sucumbir al impacto de una
compactadora…
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Mamá, tengo aquí una caja con una cosa muy
pequeñita que me mira con sus ojos azules…
Desde aquel momento no solo cambio la vida de Mel, sino también la nuestra.
Qué bonita historia nos has cotado , estoy contigo los gatos son esos animales mágicos que cuando los tenemos en casa y nos acompañan con su ronroneo nos tranquilizan , ignoraba lo que has expuesto, pero por supuesto me lo creo .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo , muy feliz semana.
Qué me ha gustado leerte. Adoptamos una gatita en Octubre, es mestiza pero tiene mucho mucho de siamesa (ojos azules, zonas más oscuras...) y es un dulce.
ResponderEliminarLo de acompañar en las maluras, lo hace también mi perrita Betty. Tienen más humanidad que muchos humanos.
Un abrazo.
Una historia muy conmovedora. ¡Divinos esos tres gatos!. Yo también creo que hay gatos sanadores. Y también se de otros animales sanadores. Conozco psicólogos que se especializan en terapia con animales. Es increíble lo que estas criaturitas pueden hacer por los humanos. Mi hija y nietas tienen 4 gatos y una coneja. Los disfrutamos mucho , y la coneja es amiga de los gatos. Muchas gracias por haberte sumado a mi convocatoria. Beso grande.
ResponderEliminarMolí, qué belleza de historias nos dejas en este relato, tus vivencias con tus tres gatos y las variaciones en sus ronroneos, el poder sanador del panterita y la emotiva forma en que tu hijo lo salvó de ser compactado! Un placer leerte, siempre tan sencilla y sentimental. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTe agradezco mucho la historia que has contado sobre los gatos, soy más de perros y no los conozco bien, pero desde ahora te aseguro que los miraré de otra manera.
ResponderEliminarBesos
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
ResponderEliminarMagnífico texto, en el cual se nota tu amor por los gatos y en el que estoy completamente de acuerdo, ya que soy un amante de los gatos y he comprobado lo que dices y muchas otras virtudes de estos amigos felinos.
Así es, panterita le llamamos a los gatos negros, porque así lo parecen, con esa belleza salvaje.
Para mí, es el animal más cariñoso que existe.
Sólo hay que fijarse en la importancia que tienen los gatos, que esta semana, la mayoría hemos escogido esta silueta para realizar el relato.
Un abrazo.
tooodo un tratado sobre la vida oculta de los gatos, sus atributos desconocidos para los profanos, muy interesante Un abrazo
ResponderEliminarCierto que los gatos son sanadores. Excelente y sanadora historia, gracias por contarla.
ResponderEliminarEs que son mágicos... me encanta tu relato que dulce y con qué cariño lo cuentas.
ResponderEliminarBss
Gatos, perros, pájaros... los animales tienen ese algo especial que los hace únicos. Son ese bálsamo que, en ocasiones, necesita el alma para latir.
ResponderEliminarEs una estupenda historia, Inma :-() donde se respira un tremendo cariño.
Un beso.
De pequeño teníamos a mi perra Tula. No es gato pero tenía detalles de persona que tiene afecto. Nunca olvidaré aquel día que paseaba por mi lado y suspiró como si fuera una persona y me miró...Son tantos los detalles que tienen los animales con nosotros...Echo de menos a mi perra y he de admitir que nunca más volveré a tener un animal en mi casa porque no podría darle la atención que se merece. Una vez lo intenté pero fracasé.
ResponderEliminarUn saludo amiga.
Muy lograda historia para el jueves de Myriam, muy conectada con esa imagen. Muy inspirado y emotivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial relato me ha sorprendido. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarCasi siempre tuve gato, ahora no puedo por la alergia de mi hija, pero entonces era una maravilla la tranquilidad que proporcionan esos bichos. Tuve uno al que le llamaba el "motorcino" porque era pequeño y muy esbelto, luego supe que es que tenia mezcla de gato montes por so su extraña cabeza y su color gris raro. Cada mañana cuando llegaba la hora de despertar desde mi cama podía ver su cola hacia arriba, era lo único que se veía de él a parte de que no paraba de ronronear dado vueltas a la cama, hasta que le decía que podía subir. Entonces de un salto se plantaba arriba a pesar de la altura de la cama para él y se acurrucaba a mis pies y no paraba de ronronear hasta que le cogía. Con el resto de seres era muy arisco y ya no te digo con los perros, Un día le dio una paliza a un pastor alemán que pasaba con su amo por la puerta. No se si estaba mas horrorizado por que diría su dueño o pensando que si aquel mastodonte perruno habría la boca podía comérselo de un bocado.
ResponderEliminarEn cambio el perro salió corriendo aullando por los arañazos de su cara.
En fin si el gato te adopta, siempre tendrás un amigo aunque muy independiente.
Salud