CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL JUEVES 18 DE ENERO, ESTA SEMANA LA AMIGA CECY DESDE SU BLOG DESHOJANDO RELATOS NOS INVITA A ESCRIBIR, SU PROPUESTA ES: "En un abrir y cerrar de ojos, una frase me inspira"
CONFESIÓN
Salió corriendo de la habitación dejando de lado el precioso
vestido blanco colgado ante sus ojos. Había apurado hasta el último minuto en
juegos sin sentido intentando escapar al miedo y a los nervios de aquel momento
crucial. Atravesó el pueblo espiritada porque el tiempo se le caía encima y ya
más sosegada se paró ante el portón. Empujó este con una suavidad exquisita teniendo
en cuenta sus manos pequeñas unidas a la aspereza de la madera. Al abrir la
puerta no le paso desapercibido el rayo de sol que dibujaba su sombra justo en
la entrada.
Y los vio a todos allí a pesar de que en la oscuridad de la
iglesia los rostros eran irreconocibles, supo ver entre el grupo a sus amigas,
todas calladas con el rostro compungido, con las rodillas clavadas en el
reclinatorio, con el pequeño libro de oraciones frente a su vista y con un
murmullo de oración saliendo de sus labios.
Ante todos ellos el altar con Cristo crucificado, hacía la
derecha el confesionario oscuro y tétrico, dentro de este don Ángel, el cura
más temible del pueblo y sus alrededores.
--Ave María Purísima – casi no escuchó su propia voz
-- Sin pecado concebida, a ver niña tus pecados…
--Padre, yo me confieso…—siguió ella
--Vamos, vamos, aligeremos…
Entonces ella con miedo dijo que había contestado mal a su
madre, que le había tirado del pelo a Mariquilla, que había apedreado a
Pedrito, que había cogido sin permiso una onza de chocolate de la alacena de su
tía, que no fue a misa hacía dos domingos, que tenía envidia de la muñeca nueva
de Laurita, que había dicho una mentira a su abuela….
--¿Y contra el sexto? ---La voz de don Ángel le sonó como de
ogro, era la misma voz que un día la expulsó de la iglesia por estar hablando
con Mariquilla.
--¿El sexto qué? – preguntó con toda su inocencia.
-- Pues contra el sexto mandamiento o ¿es que no te lo
sabes?
Ella negó con la cabeza.
--Pues anda que vamos bien, eso de estudiar el catecismo a
ti tanto te da…
Estaba rezando y cumpliendo la penitencia, total tres
padrenuestros, tres avemarías y un credo. Laurita a su lado le susurra al oído:
n -- ¿Has hecho una
confesión total?
Ella asiente.
--No le abras contado que…
--¿Te crees que soy tonta? —dice toda segura—ya me ha
quedado claro que de eso de jugar a los médicos con Pedrito no se habla. Además,
yo no tengo ni idea de lo que significa el sexto ese del que tanto hablas tu y
don Ángel.
· Frase ¿Has hecho una confesión total? De la
página 219, del libro de Isabel Allende LARGO PÉTALO DE MAR.
Vaya ese libro de Isabel Allende no me lo he leído, pero me gusta que las niñas sean espabiladas. Un abrazo
ResponderEliminarQué buen relato a partir de la frase del libro, de Allende, por cierto, he leído d eellas algunos, pero eso no, ya me lo apunto. Un besazo.
ResponderEliminarPor cierto, esta, sembrá la niña en el confesionario ajajá.
¡Que nos resultó bien portada la niña!.
ResponderEliminarPor supuesto que no tenía necesidad de aprenderse el sexto mandamiento. Porque sabía muy bien que impura será el agua sucia, porque ella solo estaba aprendiendo juegos nada mas jeje...
Tenemos algo en común en este jueves Molí, la autora también la he elegido, ella esta entre mis preferidas.
Me divertí mucho con ese diálogo, me ha encantado, gracias por sumarte y acompañarme en este abrir y cerrar de ojos.
Un abrazote :)
Hola Moli, me encanta como vas describiendo cada instante hasta que la niña llega a la puerta de la iglesia y en el interior su confesión.
ResponderEliminarMe recordó mis años de catequesis, las charlas con el curso y el día de mi comunión.
Me gustó mucho la respuesta a Laura,
cuando le dice que del tema de jugar a los médicos con Pedrito no se cuenta. Jajajaja, qué original. Te aplaudo.
Excelente relato. Un abrazo
Del sexto mandamiento conocía la parte práctica no la teoría...Un relato simpático y bien contado. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Me gustó mucho ese libro! Y el giro que has dado tan entretenido con esa frase para hilar tu relato. Chapó.
ResponderEliminarBesos!
Es un relato divertido y de cuya resolución final puedes esperar cualquier cosa porque admite un amplio abanico de buenas posibilidades. La que has elegido me parece la mejor, contundente, clara y con mensaje paralelo para Laurita.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu contribución al reto.
Que buen relato, Inma. Me has llevado a los primeros viernes de mes que personalmente me resultaban bastante molestos. Madrugar, ir a confesar y oír misa en ayunas.... Todo antes de ir a clase!! Y total, para contarle siempre los mismos pecados inventados al cura.
ResponderEliminarNo conocía este libro de Isabel Allende. Lo buscaré.
Un gusto leerte.
Buen fin de semana :-)
Un relato simpático, y que miedo con ese tal padre, confesar algún pecado, menos mal que yo, ya no me confieso jajaja
ResponderEliminarMe recordaste a mi infancia, cuando iba a tomar la primera comunión, las monjas te obligaban a ir a misa todos los domingos, el cura era polaco y no se le entendía nada cuando hablaba y yo con 8 años no sabía qué pecados confesar, así que mentí para salir del paso.
ResponderEliminarMuy buena historia, realmente me recordó aquellas épocas de infancia, un abrazo.
PATRICIA F.
La malicia del cura por preguntar específicamente sobre el tema más urticante! Jeje. Muy buen relato, Moli. Disfruté su lectura. Un abrazo
ResponderEliminarHola Molí, has elegido a mi autora favorita, qué bien ver a Allende por estos lares, jeje. Largo pétalo de mar lo leí cuando salió, recuerdo que me gustó menos que otros suyos. Tengo que volver a leerlo a ver si me gusta más. En cuanto al relato, muy bien, el final hasta divertido con eso de "jugar a los médicos con pedrito". Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Pienso que todos los que ya peinamos canas hemos sido interpelados por el dichoso sexto mandamiento por sacerdotes que parecían complacerse con martirizarnos con algo que ellos consideraban pecado, tal vez por estar reprimidos. Me estremezco al pensar que muchos de ellos han encontrado un placer insano "jugando a los médicos con Pedrito"
ResponderEliminarUn abrazo.
Discreción hasta en la confesión, interesante estrategia.
ResponderEliminarBien contado. Un abrazo.
parece ser que de los diez el que mas escuece es el sexto, Muy bien planteado y resuelto el tema bien conducido Un abrazo
ResponderEliminarHas descrito muy bien esa atmósfera de la iglesia. Y la confesión de todos sus pecados sencillamente genial. Y como ella dice a su amiga, lo más interesante se lo calla, mejor así! Je, je! Un abrazote!
ResponderEliminarLo peor no es la culpa
ResponderEliminarni tampoco arrepentirse
sino no lanzarse nunca
Jajaja qué bien me lo he pasado leyéndote, lo del sexto, como si no hubiera otro mandamiento, jajaja, pero que lista fué que de lo de jugar a los médicos, ni mú.
ResponderEliminarJajaja
Tierno y divertido el relato, me ha gustado todo, y muy especialmente ese principio, como creas el ambiente, como sacas la niña de la nada. La primera confesión, quién no la recuerda? Abrazos.
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